Entremés nº 2
Seguimos en la peluquería de Marga. Entra otra señora, esta es nueva, no es del barrio.
Marga: Buenos días ¿La ocurre a usted algo?
Crucita: no nada, pero lo dice casi llorando.
Marga: Pues usted dirá.
Crucita: que si le digo, no se lo va usted a creer.
Marga: No si yo la digo que, que se va hacer usted.
Crucita: ¿Qué quiero hacerme? Córteme el pelo a uno, pero déjeme un mechón largo que me llegue hasta la nariz, y me lo tiñe de colores chillones
Marga: Pero mujer si tiene usted un pelo precioso, yo eso no se lo hago, que después se va usted arrepentir.
Crucita: que me lo haga, quiero recuperar a mi marido.
Marga: pero mujer, así lo espantará, quedará horrible, le va usted a espantar.
Crucita ¡¡¡Espantarle!!!! Pero si me quiero poner igual que el vecino de enfrente.
Marga: pero hija como se va usted a comparar con el vecino.
Crucita: ¡ah! ¿Pero usted también lo conoce? Claro si es un cachas.
Marga: Oiga que yo no lo conozco, lo que no entiendo es que tiene que ver lo del corte de pelo, el mechón arco iris, con su vecino y su marido.
Crucita: ¡¡¡Que, que tiene que ver!!!! Mucho más que mucho, que creé que ha pasado.
Mi marido se ha
enamorado del vecino, porque según dice ha quedado prendado de su mechón
multicolor.
A.R.G.
A.R.G.