ENTREMES Nº
4
Seguimos en la peluquería de Marga
Entra una señora, muy bien parecida
de mediana edad.
Clienta: Buenos días, ¿es la peluquería de marga
y su ayudanta?
y su ayudanta?
Marga: Si, esta es, ¿que viene hacerse?
Clienta: pues no sé, ¿pero está usted sola?
Marga: sí mi ayudanta ha salido a un asuntillo.
Clienta: Pues hágame un peinado moderno,
deme unas mechas,
Me he
enterado que detrás de mi marido
anda una rubia de botellazo.
anda una rubia de botellazo.
toda recauchutada, creo que es
más de goma que de carne, fíjese usted
Se ha estirado tanto que con lo que la han
quitado la han hecho un bolso
zapatos a juego y un chaleco. Me
ha dicho que está a calzón quitado detrás de él
Marga: ¿pero esa recauchutada sabe que está casado?
Clienta: y tanto que lo sabe si él no quiere nada con ella,
Marga: ¡válgame Dios! Como está el mundo, ¿cuándo se vio que un tío le dijera no a unas
bunas tetas?,
aunque sean de caucho.
Clienta: Pues si, en este caso no se ha cumplido el
refrán de que tiran más dos tetas
que dos
carretas.
Marga: y usted tendrá un cabreo del uno ¿no?
Clienta: ¡Yo! no, porqué, si me lo ha contado todo él, y cada vez que le llama nos
divertimos mucho los dos
.
Marga: ¿y usted la conoce a ella?
Clienta: no, pero estoy a punto de conocerla
Marga: ¡huy! Hay viene mi ayudante, pero que careto trae,
Clienta: ¿Es muy exagerada no?
Marga: si, pero no es mala chica,
Clienta: ya, ya, me lo imagino,
Entra la ayudanta, con un careto como si la hubiese atropellado un tren, toda llorosa y sorbiendo el moco.
Clienta: Hola ya arregló usted el asuntillo.
Ayudanta: ¡Señora perdóneme pero a usted que le importa, es usted una cotilla!, y no
tengo ganas de hablar de mi
vida, pues estoy muy cabreada.
Marga se ha dado cuenta del asunto y la hace señas a su ayudanta, para que se calle y no cuente nada, pero ve, que se va a embalar, su ayudanta ni la mira.
Clienta: Cuente, cuente, mujer que estamos
entre amigas, y así se desahogará usted
, y la pena será más liviana.
Marga: gesticula desesperada, tose, carraspea, deja caer un frasco para distraer a su
ayudanta, pero esta ni caso
Ayudanta: Pues si señora tiene razón se lo va a contar a las dos, ¿pero Marga que te
te pasa?
‘
estás congestionada, afloja chica. Mira que
estás hoy rara.
Pues varéis, hace meses que le eché el ojo, a un tío que está buenísimo,
está
muy bien hecho, es guapísimo, y además
tiene posibles.
He tratado de seducirle,
con mis atributos explosivos, pero na, de na, y de
la acera de enfrente no es, pues está casado,
Hoy me ha dicho que como le siga acosando me denuncia, así que he
desistido
con arto dolor de mi corazón.
Clienta: Osea que el asuntillo de hoy era con él
Ayudanta: ¿pero es usted adivina o qué?
Clienta: No, hija no, no soy adivina, soy la mujer de tu asuntillo, , toda natural. Y
donde esté lo natural que se quite lo
artificial.
La cara de la ayudanta es todo un poema
La cara de la ayudanta es todo un poema
Adiós Marga Adiós, señorita que tengan un buen
día
A.R.G.