Día cuatro:
Estoy hecha un manojo de nervios, acabo de venir de la pelu, y me han hecho como cinco peinados y no me veo con ninguno, así que he cogidos los rulos que me pusieron en los cabellos para hacerme unas ondas, las horquillas, y toda la parafernalia y se lo he dejado a la peluquera, y me he ido con viento fresco. Iré con la melena al viento, como la he llevado siempre.
Estoy hecha un manojo de nervios, acabo de venir de la pelu, y me han hecho como cinco peinados y no me veo con ninguno, así que he cogidos los rulos que me pusieron en los cabellos para hacerme unas ondas, las horquillas, y toda la parafernalia y se lo he dejado a la peluquera, y me he ido con viento fresco. Iré con la melena al viento, como la he llevado siempre.
A mi madre casi la da un patatús, me ha puesta a parir, llamándome caprichosa y de todo un poco, ella
también está nerviosa, y máxime cuando hace cuatro años después de pasar por
todo esto, el cabritibus de mi novio de toda la vida me dejó plantada en el
altar.Toda mi familia de
fuera ya han llegado, parte de ella se quedan en casa, con el consiguiente caos. Le he dicho a mi familia, no soy aquella jovencita inexperta, y bobalicona, he aprendido
mucho y me he vuelto un poco cabroncilla.
Día tres
: Anoche estuvimos todos los jóvenes de celebración. Mis padres no podían creerse lo que estaban viendo, llegue a las cinco y media de la mañana con un pedal de categoría, solté a loro para que se diera un garbeo, con el consiguiente escándalo que montó el puto loro, abracé a una percha donde estaba el chaqué de mi padre y me puse a dialogar con mucho entusiasmo, aunque me extrañó que este no me contestara. Toda la familia se despertó, saludé como si de una reina se tratara y me fui a dormir, no sin antes, pasar por el baño a potar todo lo que tenía dentro.
: Anoche estuvimos todos los jóvenes de celebración. Mis padres no podían creerse lo que estaban viendo, llegue a las cinco y media de la mañana con un pedal de categoría, solté a loro para que se diera un garbeo, con el consiguiente escándalo que montó el puto loro, abracé a una percha donde estaba el chaqué de mi padre y me puse a dialogar con mucho entusiasmo, aunque me extrañó que este no me contestara. Toda la familia se despertó, saludé como si de una reina se tratara y me fui a dormir, no sin antes, pasar por el baño a potar todo lo que tenía dentro.
Día dos
La casa es una locura, ropa y complementos colgados por todos los lugares imaginables, prendas interiores de señoras al lado de los pomposos vestidos. Me duele la cabeza un montón y aún no he hablado con mis padres de lo de la noche anterior, ellos tratan de evitarlo, no quieren reconocer que ya no soy la niña ingenua y tontita, que ahora soy una mujer de armas tomar con las ideas clara, y que me pongo al mundo por montera. Sé que alucinaron en colores, me lo contó mi tía Adela, que es una cachonda divertida, a pesar de su edad, es la mayor de siete hermanos, mi madre es la pequeña.
La casa es una locura, ropa y complementos colgados por todos los lugares imaginables, prendas interiores de señoras al lado de los pomposos vestidos. Me duele la cabeza un montón y aún no he hablado con mis padres de lo de la noche anterior, ellos tratan de evitarlo, no quieren reconocer que ya no soy la niña ingenua y tontita, que ahora soy una mujer de armas tomar con las ideas clara, y que me pongo al mundo por montera. Sé que alucinaron en colores, me lo contó mi tía Adela, que es una cachonda divertida, a pesar de su edad, es la mayor de siete hermanos, mi madre es la pequeña.
Día uno
: Alberto estará camino de la iglesia no le quiero hacer esperar, pues pude pensar que me quiero vengar con él por el fracaso de mi boda. Le quiero con toda mi alma, y jamás le haría ningún daño, he salido de casa con cinco minutos de retraso, pero la iglesia está a diez.
: Alberto estará camino de la iglesia no le quiero hacer esperar, pues pude pensar que me quiero vengar con él por el fracaso de mi boda. Le quiero con toda mi alma, y jamás le haría ningún daño, he salido de casa con cinco minutos de retraso, pero la iglesia está a diez.
Mierda, Mierda, hay un
carro de caballos cruzado en la carretera, el caos es tremendo coches y un
autobús cruzados sobre el pavimento, no se puede pasar, el tiempo corre y yo
cada vez más nerviosa, ha pasado más de media hora y seguimos aquí, todos los móviles
están apagados, pues están en la iglesia. No quiero pensar lo mal que lo estará
pasando Alberto por ¡Dios que alguien haga algo!.
Me bajo del coche
avanzo cien metros con mi vestido de novia, y ¡grito! Que alguien me lleve a la
iglesia de Santo Tomás por favor, llevo casi una hora de retraso. De la nada salió
un muchacho con una moto, me subí y salimos de aquel atolladero haciendo una
verdadera hincana, como mi padre se quedó en el coche haciendo espavientos con las manos, le dije: ahora será tú
mi padrino, y del brazo de él motero, entré en la iglesia. Ante el asombro de todos, y
sobre de todo de Alberto mi novio. su cara era un poema
A.R.G.