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miércoles, 29 de julio de 2015

EL FARO





Faro de Cabo Mayor Cantabria
EL  FARO




                 Estaba erguido sobre aquella roca elevada hacia el cielo como una espadaña mirando la noche con su estructura redonda desafiando las tormentas. Los gritos del agua al chocar contra él, parando el viento desde su anclaje al suelo, oyendo el bramido del mar que en las noches de tormenta, viento, agua, te hace sentirte pequeño y en tu interior tienes miedo. Sabes o crees que esta seguro en tu faro.Yo soy el farero, la persona que vivo aquí, y desafió a los elementos. Pero me siento bien cuando logro que el barco perdido llegue a puerto.
         Hoy la noche está oscura y de las profundidades del mar llega un canto lastimero, las aguas se revuelven furiosas, se agitan, se encrespan y rompen con rotundidad sobre el acantilado, formando olas de vaporosa espuma, entre relámpago y relámpago diviso el blanco de la cresta de la ola, y mientras, el mar ruge con fiereza, en el espigón se respira el miedo. Todas las miradas van hacia la bocana del puerto, el Corchete es el único barco que aún no ha llegado. Desde mi atalaya, trato de escudriñar esa inmensidad negra, la luz de mi faro no da para mas, todos mis intentos son vanos, oigo el triste canto de su sirena, pero no lo veo, es imposible salir a su encuentro, solo nos queda rezar y esperar. En esta noche larga oscura y desapacible vienen a mi memoria otros naufragios, en los que nadie quedó de aquella tripulación que salio a la mar cargada de esperanza para encontrar un buen banco de atunes y así regresar a casa con los suyos, pero todos esos sueños se los arrebató este mar, que los mismo se muestra bello, sereno, majestuoso, y lleno de color, azul o verde como un millón de esmeraldas depositadas en sus fondos esperando esos días de sol intenso para hacerlas brillar con toda intensidad, o como hoy, día de galerna negra, cruel, devastadora, olas de cinco o seis metros que se estrellan contra el rompeolas haciendo añicos todo lo que se encuentra a su paso, desguazando barcas de alas blanca que dieron el sustento a tantas familias, o esos barcos de sesenta metros de eslora que navegan ligeros al gran sol o a Finlandia, y regresan con sus bodegas llenas de los frutos del mar. Pero todos estos tesoros que guarda este mar, tienen un precio, y es que a pesar de los faros que te guían para mostrarte el camino de casa, muchas veces no es suficiente. El mar muestra su bravura incontrolada, y deshace un barco en pocos minutos, solo con un par de embestidas mortíferas que caen sobre las cuadernas mandando al pecio con todos sus tripulantes al fondo.
         La sirena del Corchete se oye lastimera ora aquí ora allá, en una de las ráfagas de mi faro y escudriñando la noche con ojos de águila; por unos segundo he visto al barco, se me ha helado la sangre, su visión era aterradora, semi desguazado ¿Dios Dónde están los hombres? Hago sonar mi sirena con insistencia, desde el puerto me siguen todos los que allí se encuentran, han encendido linternas y hacen sonar todo tipo de artilugios. Pues si aún están vivo es una manera de guiarles en esta noche negra  oscura y tenebrosa como la misma muerte. Transcurren unos interminables minutos, y por fin veo cerca de Punta Blanca a tripulantes no sé aún cuantos, y resuena la sirena del faro, y la lancha del guardacostas ha llegado y pone rumbo hacia donde la luz del faro le indica, su potente luz se pierde entre el oleaje, pero poco a poco se va acercando hacia los náufragos, que están a merced de ese mar enfurecido. En el muelle todo es ansiedad, pues hasta que no estén en tierra no se le ha ganado la partida al mar. El barco de rescate recoge a cinco de los ochos tripulantes, Toñin el de la Maruja se cayó hace una hora. Lleva el chaleco puesto pero en una noche como esta nada se puede hacer, solo rezar para que aguante hasta el amanecer. Jacinto se perdió con la primera embestida y Balín se tiró a por él pues el otro no sabia nadar y él si.
         En el muelle todo son nervios, lágrimas, alegrías, pero también tristeza y desesperanza, por los tres que no han regresado. Aun con todo no se les dará por perdidos, y al amanecer se reanudará su búsqueda, el faro les seguirá llamando lo que queda de noche.
         Ya ha amanecido y la búsqueda ha comenzado de nuevo con los primeros rayos del alba, han pasado dos largas horas, cuando el Virgen del mar ha descubierto algo a estribor, ponen las maquinas a todo vapor y cuando se acercan se encuentra a Balín sujetando a Jacinto y a su vez agarrados a un tablón, casi sin fuerzas esboza algo parecido a una sonrisa. Pronto son izados al pesquero, y atendidos por los sanitarios de abordo, la sirena suena y en el pueblo saben que ha encontrado a dos pero…… ¿Quiénes serán?, la alegría la angustia vuelven otra vez, las familias de los dos marineros no pueden expresar todo el júbilo de encontrarse de nuevo con ellos, han sabido resistir, al frío a miedo a la oscuridad, pero aún falta Toñin, el más veterano de todos, el que más años lleva en la mar, pero todos los esfuerzos han sido infructuosos. Han pasado dos largos días. La campana de la pequeña ermita dedicada a la advocación de la Virgen del Carmen tañe lastimera todo el día, los acantilados y playas están cubiertos de deshechos empujados por ese mar enloquecido, es un paisaje dantesco, !y de pronto¡ un pescador de Cabo faro, ve algo, un chaleco y parece del Corchete, junto a su perro corre al lugar, y se queda estupefacto, allí yace Toñin  maltrecho, pero vivo, le envuelve con su zamarra, y corre en busca de ayuda, pronto la noticia corre como la pólvora, llegan refuerzos y lo trasladan hasta el hospital más próximo. Está deshidratado, magullado y aterrorizado, pero vivo, va relatando como una ola gigantesca lo elevó,  lo vapuleó, reventó su chaleco, pareció que le daba un abrazo tan fuerte que quería partirlo en dos y cuando estaba a punto de sucumbir bajo la pesada carga de millones de litros de agua, vio como una ola de espuma,  lo elevó sacándolo de aquel infierno infinito  depositándolo con suavidad sobre algún punto de tierra. Cuando recobró la consciencia, pensó que esta muerto, pero pronto descubrió que estaba sobre un montón de algas arrancadas por la furia del agua de su lecho marino, haciendo así que su caída fuera liviana. Y pensó que él, que amaba y respetaba a ese mar bravo devastador y cruel unas veces, pero sereno, bello, como una mujer que te atrapa y seduce, que no te puedes alejar a pesar de todo, no  podía castigarle así, y seguirá repestándolo, amándolo, y sufriéndolo hasta el fin de sus días.
         De nuevo la vida ha vuelto a sonreír en estos pequeños pueblos de pescadores, que oliendo a brea, dejan sus miedos en las playas, cuando en sus barcas se hacen a la mar.    
                                              
                                                           FIN                                                 A.R.G.                         

EL PUENTE ENTRE DOS LIBERTADES



 
El puente entre dos libertades.

 A las cuatro y treinta salimos del aeropuerto de Londres, del ruido ensordecedor del despegue, pasamos al de la monotonía de las hélices. Poco después, nos recibe un mar de nubes deslumbrándonos con su blancura, estas se disipan a medida que vamos cogiendo altura. Miro por la ventanilla de una manera distraída. Cuando de pronto, se me ofrece un espectáculo sin igual, invito a Hádan a contemplar aquella maravilla que nos ofrece la naturaleza, ni en el mejor de nuestros sueños podíamos imaginar una luz tan clara. Quisiera guardar en mi retina la magia del albor de aquel atardecer sobre el agua del mar Cantábrico en aparente calma, que nos acompañaría hasta el final de nuestro trayecto. Este se nos hizo corto, pues al  ir viendo aquella exhibición de belleza que nos brindaba la tarde, nos quedamos tan extasiados que nos pareció que solo habían pasado unos pocos minutos desde que saliéramos de aquel Londres frió, húmedo y con su sempiterna niebla.
         Después de dos horas y media de trayecto, acabamos de tomar tierra en el pequeño aeropuerto de una provincia española del norte. Con paso lento y un tanto cansino, nos dirigimos a pasar los controles habituales. Por fin salimos al exterior. Son las seis de la tarde de un tres de Febrero, un viento helador nos recibe nada más traspasar el umbral, el sol empieza a escabullirse por el horizonte. Con las luces del atardecer comienza una tarea frenética, ya que pronto la noche lo cubrirá todo con un manto de oscuridad y la luminosidad del día se resiste a retirarse en la lontananza, los últimos rayos caen oblicuos sobre el asfalto negro que parece charol.
Orson y Grión, secretario y ama de llaves, junto a Jeans el chofer nos esperaban. El coche estaba dispuesto, cogieron nuestros escasos bártulos y emprendimos rumbo a nuestra nueva morada. El Audi rodaba ligero por la autovía, no había demasiado tráfico así que íbamos admirando el paisaje de vegetación y arbolado que cambiaba de tonalidades por doquier, nunca era el mismo verde. Hádan estaba pensativo. Contemplando su rostro un tanto demacrado todavía, pensé cómo una serie de acontecimientos no previstos nos habían empujado a tener que dejar todo y a embarcarnos en esta nueva vida que sería opuesta a aquella que habíamos vivido, de loca carrera contra el tiempo y bebiéndonos parte de nuestra juventud en un sorbo. Ahora pagábamos los excesos teniendo que ir a un lugar de paz y sosiego. Mirándole vino a mi memoria los titulares de los periódicos  de mayor tirada del Reino Unido.
         “El famoso arquitecto Hadan Chaply se encuentra en estado crítico tras sufrir un infarto en la fiesta de inauguración del espectacular hotel Royal Cronw restaurado por él. El famoso edificio del siglo XVI ha sido reformado, guardando el equilibrio entre la antigüedad y la modernidad. La decadencia de una época de esplendor, dio paso a otra de abandono y desidia, poco a poco estos edificios emblemáticos se fueron abandonando y dejándolos a su suerte, muchos se perdieron, otros como éste aguantaron el embate, y cuando la gran urbe cosmopolita, como ninguna, que es hoy Londres despertó, quiso recuperar las joyas arquitectónicas que aún quedaban en pie y darles mayor esplendor de lo que tuvieron  antaño.”
         Me encontraba en el salón llamado de Embajadores admirando la ecléctica estancia y la perfecta conjunción de los muebles y paredes, con un bello zócalo que recorre a media altura todo el perímetro de la habitación, el techo está decorado con pinturas de estilo neogótico. La chimenea  uno de los principales focos de atracción del salón, su trabajada embocadura de madera se ha adornado con azulejos que repiten los diseños del techo, las pinturas que ornamentan las paredes son de un pintor español, sus ojivales ventanas… Cuando de pronto me llamó la atención ver a Wilians que con paso raudo se dirigía al salón principal. Al cabo de unos minutos alguien me tocó levemente el brazo y separándome del grupo me dijo: “Querida,  ha sido tú marido, creo que se ha desmayado, vuestro amigo Wilians está con él”, corrí hacía el lugar donde yacía Hadan, le estaban reanimando, había varios médicos. Doc, que así llamábamos a Wilians, se separó del grupo, me cogió del brazo y me dijo: “Thess, es muy grave, pero  espero que sus cuarenta y dos años respondan, somos amigos y para mi es casi un hermano, y por ello no te voy a engañar, su corazón ha fallado, suerte que estábamos varios médicos y que el hotel cuenta con un buen sistema de primeros auxilios, ahora está estabilizado”.
         Pasé unas cuarenta y ocho horas angustiosas, enseguida llamé a mi madre, que se encontraba en Bruselas preparando una de sus múltiples exposiciones sobre pintores de Renacimiento. Tengo que decir que esta no es una madre al uso, es una bohemia ciudadana del mundo. Mi padre se fue cuando yo tenía tres años,  jamás volví a oír hablar de él. Me quedé con mi abuela y con ésta he vivido hasta que me casé, pero mi madre nunca dejó un cumpleaños ni una navidad de pasarlas conmigo, ya podía estar en las antípodas que siempre acudía, así mismo si yo la necesitaba para cualquier acontecimiento que deseara, lo dejaba todo y asistía a mi llamada. En la vida me dejó tirada, sabía que podía contar con ella como ahora, le faltó tiempo para venir junto a mí, me sentí muy reconfortada al sentir su presencia, pero sobre todo su abrazo. La madre de Hadan también vino, ésta desde Canadá donde vivía con su segundo marido, el leñador, como él le llamaba, su familia, en tiempos pasados, tuvo una serrería, pero ahora los descendientes la han convertido en una planta de transformación de todo tipo de materias, y hacen abonos y combustibles no contaminantes. Al cuarto día ambas me enviaron a casa, me duché y dormí varias horas, volví justo cuando Doc salía de intensivos. La cosa marchaba bien, pero su recuperación iba a ser


lenta, y tal vez le quedara alguna secuela, todavía era pronto para saberlo.
Hadan es un arquitecto precoz con visión futurista que sabe, como nadie, mezclar estilos, líneas sencillas con los abigarradas formas góticas, renacentistas, barrocas, pero todo en perfecta armonía, que lo clásico se torne moderno, y esto se encuadre perfectamente en lo antiguo, sin perder su grandeza, belleza, señorío. Es un conceptualista del cambio, innovando tendencias e ideas, siendo partidario de este sistema que se desarrolló en los años sesenta. Las personalidades más importantes del mundo se disputaban nuestra presencia, no había un evento al que no fuéramos invitados, pero esa vida tan azarosa de lujo y desenfreno de vivir a caballo por los cinco continente había resultado nefasta para la salud de Hadan y el excesivo trabajo al que estaba sometido; eran muchas horas delante de sus tableros, en fin que han sido un compendio de desatinos que le han llevado hasta la UCI, y ahora se debate entre la vida y la muerte. Dentro de quince días será inaugurada una de las dos mayores obras creadas por él. Se llama “El Abanico”, por su forma. Está situado a las afueras de la ciudad nipona de Nagasaki, es un gran complejo de pisos de lujo. Las varillas son una centena de ascensores, y los espacios que quedan entre estas son pisos y apartamentos de súper lujo, unidos entre sí por pequeños puentes de estilo nipón que van cayendo a medida que la construcción se acerca a la tierra, el centro del abanico tiene una capacidad para seiscientas viviendas y estas van decreciendo hasta llegar a las sesenta. Esta macro urbanización consta también, en su base de grandes dimensiones, de espacios de recreo así como  modernas galerías. Un helipuerto hospital con las últimas tecnologías, hoteles donde puede disfrutar de los mayores placeres que te puedas imaginar, zonas ajardinadas con piletas en desniveles que comparten un entorno blanco y rocoso. El cuidadoso emplazamiento  de los jardines, pedruscos artificiales, maceteros monocromáticos, y cañas de bambú evocan el sentir y el lenguaje de los sugerentes ambientes japoneses que él ha sabido plasmar con delicadeza extrayendo la belleza natural del entorno y dándole un glamour especial.
         Poco a poco iba saliendo del semicoma en que había estado sumido. Su salud era aún delicada, pero su fortaleza física era sumamente importante en estos momentos. Hoy, veinticuatro de agosto, es el gran día, todos los rotativos de la prensa internacional, televisiones nacionales e internacionales, hablan de ello, todos aluden a la ausencia del creador de tanta perfección, ha sido todo un hito y han comprendido el punto de dificultad de tan magna obra. En las principales ciudades japonesas, se han realizado fiestas monumentales para celebrar la apertura del edificio único en el mundo por sus características. Han llegado cartas, telegramas,  correos electrónicos, a cientos, de todas partes del mundo, así como multitud de ramos de flores que han invadido tanto el hospital como nuestra casa. Muy a mi me pesar no he podido manifestarle todo el cariño y admiración de la gente, pues su estado no me lo permite, espero que en su otra obra, más monumental que ésta, aunque igual o más bella pueda saber cómo se ha desarrollado la inauguración. Se encuentra en las afueras de la ciudad de Sydney. En una vasta extensión de terreno junto a un gran lago y un frondoso bosque,  recibe el nombre de “La gran mariposa”. El cuerpo, su eje principal, está compuesto de viviendas de súper lujo que van desde los mil metros cuadrados hasta los tres mil, dotadas con la últimas tecnologías, no en vano este monumental complejo ejecutado por los mejores maestros de obra, proyectistas, ingenieros y todo tipo de artesanos constructores y un sin fin de obreros especializado en todas las artes, escogiendo a los mejores de los cinco continentes, entre ellos varios arquitectos, además de él que es la cabeza visible y pensante de este descomunal proyecto, que entre bromas lo comparaba con la gran pirámide de Gizeh. Sus ciento veinte pisos se elevan al cielo desafiando al espacio. De sus grandes alas brota agua que cae en forma de cascada suavemente, con armonía y un ligero murmullo que te invita a soñar un mundo de flores, aves y mariposas creando en tu imaginación una sensación de frescura, vida y color, pero el agua al llegar al foso se convierte en un torbellino, y gracias a una gran turbina  desarrolla una poderosa e inusitada fuerza, dando origen a una potente energía, alternativa y limpia, que abastece a todo el complejo. Por detrás del edificio principal a izquierda y derecha se sitúan filas de edificios de menor altura que van decreciendo hasta llegar al último que consta de treinta pisos, situadas justo en frente del cuerpo de la mariposa, así mientras esta desafía al firmamento, el otro se funde con el entorno, formando parte del frondoso bosque. Entre los edificios, bonitas terrazas llenas de flores, y toda clase de boutiques, de los mejores diseñadores del mundo, así como cafeterías de todos los estilos, algunas evocando viejos cafés. El centro que va desde el cuerpo principal al más bajo, está dotado de piscinas, jardines, zonas para todo tipo de deportes, lagos artificiales que recrean zonas del Mediterráneo, del mar Báltico o las paradisíacas  playas del Caribe, así mismo tienen representación zonas de otras partes de Australia. Todo su entorno está rodeado por un cinturón de la flora autóctona y de más de doscientas clases de árboles, cuidando el ecosistema y guardando un equilibrio entre la distinta vegetación. En el pórtico se puede admirar una gran acuario, de tres kilómetros, con  especies de los cinco continentes, debidamente acopladas cada una con su entorno. Así mismo está dotada de buenos hoteles, centros comerciales, un gran casino, campo de golf, los mejores restaurantes, cines, todo cuanto alcances a soñar, un parque temático que, hoy por hoy, es el mejor del mundo, una pista de aterrizaje para ibero jet. Ningún vehículo entra en la ciudad, ya que posee aparcamiento en las afueras, para suplir a estos se han construido dos monorraíles que recorren la metrópoli de parte a parte, cientos de ascensores de llamativos colores circulan tanto vertical como horizontalmente, desplazándote a cualquier  lugar al que se quiera ir. En el momento de traspasar el umbral de la ciudad te sientes transportado a un mundo de lujo y grandiosidad; sus piscinas y jardines han sido  creados para placer de los ojos por su belleza y colorido.    
         Por fin ha salido del semi coma, hoy es seis de septiembre la gran inauguración fue el día cuatro y como la otra vez, todo fueron elogios, alabanzas. Telegramas, cartas, flores y un sin fin de obsequios. Pero no fue hasta el mes de noviembre cuando salió del hospital y  le pude hablar de ello, por sus mejillas corrieron unas lagrimas de tristeza, eran sus dos grandes obras y no había podido disfrutarlas. Se había recuperado pero ahora venía lo peor, la desidia, la depresión, los médicos nos aconsejaron marcharnos, durante una larga temporada, a un sitio tranquilo y donde nadie supiera de él. Y así fue como sin darme cuenta recordé este pequeño pueblo, habíamos estado hacía dos años cuando asistimos a una convención sobre arquitectura que se desarrolló en la capital de la provincia, uno de los días que tuvimos libres hicimos una excursión y admiramos el románico que había por doquier. De manera casual llegamos a Saye, un pequeño y recoleto pueblo ubicado entre el mar y la montaña, con un conjunto de ermitas y humilladeros, algunos en buen estado, otros semi derruidos. Lo que más nos llamó la atención fue su colegiata del siglo XII perfectamente conservada con unas  iconografías y temas del románico (caballeros con armas, monstruos alados, leones, y temas relacionados con los oficios, herreros etc.).
         Cuando llegamos a la posada eran las seis y media de la tarde, el día estaba a punto de expirar, los dueños  junto a sus hijos nos esperaban, estos atenderían nuestras necesidades de tipo domestico. La habíamos alquilado hasta el mes de junio, pues a partir de esa fecha estaba completa y no podían eludir estos compromisos, no obstante nos habían hablado de una casona con un inmenso parque que estaba a la venta, al lado del río. La posada constaba de ocho habitaciones, cinco con baño, un salón principal,  comedor, pequeña sala de juegos, un coqueto jardín. El pueblo antaño fue una cañada romana con salida hacía el mar, aún perduran las rodadas de los carros en sus calles empedradas. El silencio que nos recibió casi nos hizo daño, veníamos de calles abigarradas de gentes, coches,  autobuses,  motos, ruidos y más ruidos, pero esto es lo que necesita Hadan. Nadie sabe nuestro destino, queríamos pasar inadvertidos, nos jugábamos mucho: su vida.
         La habitación era amplia con buena iluminación. Daba a una balconada o solana, al abrir sus puertas y asomarnos se oía el rumor de la corriente furiosa del río que discurría a unos cien metros de forma alocada por una frondosa masa de vegetación, hasta que un kilómetro más abajo se remansaba antes de caer por un presa antiquísima, hoy en desuso, ya que del viejo molino no queda más que una de sus paredes alzándose al espacio muda en el tiempo. Todas estas maravillas las fuimos descubriendo poco a poco en nuestros largos paseos, con los nuevos amigos que nada tienen que ver con los que dejamos atrás, aquellos que no sabíamos ni tan siquiera sus nombres después de diez o doce años de asistir a fiestas o reuniones, para suplir esto empleábamos el termino querida-o, estábamos tan perdidos  que no fuimos capaces de sentir el esplendor de un tardecer con su puesta de sol, se nos había muerto la capacidad de soñar. éramos autómatas de la sociedad que nos había tocado vivir, nuestras vidas estaban vacías de contenido.
         Aquí se nos presentaba una nueva forma de establecernos pausada tranquila. Este rincón del mundo nos ofrecía lugares entrañables cargados de historia e inusitada belleza, los lugareños nos acogieron con cordialidad,  pasamos a formar parte de sus vidas y nos brindaron todo su afecto y ayuda posible. Andrés el médico era una persona entrañable, su mujer, Teresa, era alegre y ocurrente, así mismo Maite y José los farmacéuticos y Luisa la bibliotecaria, Jacinto el lechero hombre amable donde los hubiera y un sin fin de personas que nos hicieron sentir  como uno más de esa gran familia. En este lugar se abrió un abanico de posibilidades diferentes a todo lo vivido hasta ahora, pudimos maravillarnos con el primer amanecer de este pequeño y recoleto pueblo sobre un cielo limpio y claro, mientras el sol emergía en el horizonte iluminando el paisaje y dándole un color especial esa mañana de de febrero. Aquí aprendimos a amarnos en esas noches de verano con la luna en lo alto entrando indiscreta hasta nuestro lecho, iluminando  nuestros cuerpos cuando estábamos fundidos en uno, todo era calma y silencio, roto de vez en cuando por las aves nocturnas que rasgaban el aire en un vuelo preciso para atrapar su pieza, luego largos silencios, noches oscura de otoño con sus vendavales arrancando las hojas y formando un tapiz multicolor en el suelo, lóbregos inviernos junto a la chimenea donde solo se oía el crepitar de la leña al quemarse mientras lenguas de fuego formaban figuras en el hogar, y qué decir de esas primaveras en estallido de claridad donde sobre las briznas de hierbas se quedaban depositada miles de gotas que al salir el sol parecían perlas de colores.
         Sí, aquí volviste a la vida, tu salud se restauró, compramos esa casa que representa lo que eran las casonas de los nobles, salones con chimenea, esta conservaba su decoración antigua, de mármol con intrincados relieves, centenarias sillas, mesas, sillones, lámparas formaban un conjunto armonioso, dos grandes alfombras persas de delicados colores cubrían los suelos de madera centenaria. Conservamos todo lo que pudimos restaurar, y lo otro fuimos  buscando por los chamarileros rastros y desvanes, creando una atmósfera interior muy particular y personal. El parque contemplándole desde el interior era soberbio: hayas con tallas esbeltas que en otoño adquirían bellísimos colores amarillos anaranjados; espectaculares eucaliptos, sobresalientes tilos, cedros, magnolios, una sófora, dos criptomerias y un monumental árbol de las pagodas o de los cuarenta escudos, destacando  dos alineaciones paralelas de plátanos, que formaban un sombreado paseo. Además se pueden ver, laureles, fresnos, encinas, y parterres ajardinados, todo un lujo a tu disposición, y creaste una maravilla con todo aquello, de una manera sencilla aprovechando todo ese potencial, y disfrutamos las cuatro estaciones viendo su metamorfosis
         Quiero que recuerdes el instante en que nos conocimos, yo era un principianta con mi carrera de económicas recién terminada, tú por aquel entonces ya despuntaba, pues tu proyecto de fin de carrera te catapultó debido a que un emir árabe se entusiasmo con él, y  proyectaste aquellos jardines en distintas atmósferas que eran una autentica maravilla y mas cuando lo pudiste hacer tal y como tú quería. Era un doce mayo cuando se inauguró la fábrica que tú habías diseñado y en la que yo empezaba a trabajar. Recuerdo estabas rodeado de mujeres, pero tu metro noventa sobresalía, mi director comercial nos presentó, me pareció que no me prestaste atención a pesar de mi físico, pues mi uno setenta y ocho no pasaba desapercibido, como tampoco mi pelo negro y mis ojos verdes, heredados de una bisabuela española del sur. Me pareciste un tanto desgarbado, tus rizos caían hasta el cuello inmaculado de tu blanca camisa, tu nariz aguileña, tus labios finos y tus ojos…. Esos ojos de un azul casi irisado destacaban sobre tu tez blanca, no eras guapo pero sí tenias algo, me alejé de ti tan pronto como pude. ¿Recuerdas? Me buscaste, trataste dos o tres veces de quedarte a solas conmigo, pero tus intentos fueron en vano, seis meses después estábamos casados, yo tenia veinte seis y tú dos más, y empezamos esa loca carrera contra el tiempo y contra nosotros, fueron doce años delirantes, hasta que tocó a su fin.
         Luego hemos vivido estos catorce años aquí en este recóndito lugar lleno de magia, donde aprendimos a vivir una vida más real en la que llegamos a conocer cada palmo de nuestro cuerpo mientras nos amábamos  con ternura, con pasión, compartiendo todos nuestros conocimientos vivencias, aquellos ratos que nos ha dado la vida, unos malos, pero otros inmejorables, no hemos tenido hijos pero tampoco he sentido añoranza de no haberlos tenido, nos hemos amado con mayor intensidad, sin egoísmos, sin reproches, dedicándonos por completo el uno al otro.
         Quiero que sepas que he luchado a brazo partido, contra este mal que me aqueja desde hace seis meses, y que esta vez no he querido compartir contigo, pues pensé que iba a ganar la batalla, pero ya ves tengo que emprender ese largo viaje sin retorno, al que nadie quiere ir, pero no se puede eludir, me hubiese gustado seguir formando parte de tu vida, mas mi tiempo se acaba, no tengo miedo a partir, solo siento tristeza porque pienso que es pronto aún y me quedaba mucho por vivir junto a ti. Mantén en tú mente todos los buenos momentos, sobre todo aquellos en los que te sentiste grandioso ante tus obras, esas que visitaste después de dos años de estar terminadas, quedándote extasiado ante esas construcciones tan


perfectas por ti creadas. Quiero que recuerdes que hay un ayer y que yo forme parte de él y eso nadie te lo puede borrar, y sé que formaré parte de tú mañana, porque quiero que sigas adelante, te dejo en buenas manos. Me voy serena y tranquila. He dejado una carta a Don Fulgencio Ráscales, el notario por si hiciese falta, pues no quiero que sufras ni sufrir yo, tampoco ver cómo se deteriora mi cuerpo. Espero que me perdonéis, especialmente tú, despídeme de todos y no estés triste pues estos veintiocho años vividos junto a ti han sido maravillosos y he sido muy feliz, sobre todo estos catorce últimos años en este recóndito pueblo que tantas vivencias nos ha dado, brindándonos unos paisajes de vegetación exuberante, puestas de sol impactantes, noches serenas de luna, el agua del rió vibrante fuerte y rápido alocado en su carrera para llegar al mar, recuerda todo y cada uno de los instantes vividos, como veras me cuesta dejarte pero ya todo toca a su fin. Solo cuando cruce el umbral entre la vida y la muerte hallaré la paz del alma y del espíritu y cejará el dolor y la pena, y mi cuerpo reposará en paz
         Un beso y un hasta luego te quiere.
Thes       
S.  G.R
          



VENTANA ABIERTA A LA ESPERANZA


Vinilos Decorativos: Black Rock


Ventana Abierta A la Esperanza



Hoy es veinte de enero del dos mil siete, por un tiempo me olvidé de ti, o simplemente no quería volver a contactar, pues a los largo de estos ocho o diez años que hemos estados unido por la pantalla del ordenador,  para mí ha sido una ventana al exterior. Tengo que decirte  recordando como llegaste a mí fue de una manera poco inusual, nunca he comprendido esto y te aseguro que lo he intentado por todos los medios a mi alcance. Durante bastante tiempo fuiste una obsesión, luego poco a poco fui admitiendo que estabas ahí detrás de la pantalla aunque nunca   supe, ni creo que sabré, quien eres, ni de donde procedes, si eres joven o viejo, hombre o mujer,  sinceramente me inclino mas por el sexo masculino, tal vez sea porque yo soy mujer, hoy he vuelto a tener necesidad de contactar, quiero contarte algo nuevo que me ha ocurrido, y creo que te gustará saber, ya que siempre me prometiste un mundo fabuloso donde no me iba a faltar de nada y me iba a sobrar de todo, pero nunca en todo este tiempo llegó nada, , a lo largo de todo ese periodo me pedías que te contara historias y así lo hice, no sé si a ti te sirvieron de algo, pero tengo que decirte que para mí fue una estupenda terapia, porque como tú sabías he estado en una situación critica, tenía una gran depresión que nadie alcanzó a ver de los que me rodeaban, pero gracias a las historias que te tenía que contar, fui poco a poco saliendo de ese mundo tan horroroso, te juro que no se lo deseo a nadie, que llegue a tener esa enfermedad, es abominable, no eres nada, te metes en tú interior pero siempre hacia adentro, es un gran túnel del que no tienes escapatoria, en que te da igual todo lo que ocurra a tú alrededor, solo quieres escapar acabar, en la mente se forjan una y mil barbaridades, de las que solo con pensar en hacerlas te siente un poco mejor, es un estado de inconsciencia en la que no sientes la necesidad ni de comer ni de dormir ni de hablar ni de nada, solo esperas que el tiempo pase, bueno ni eso por que no eres consciente de si es de día o de noche, siempre estas en una oscuridad absoluta, tu cabeza y tus sentidos se llenan de voces ruidos gritos lamentos, ves sombras calaveras monstruos que te quieren arrancar la cabeza, animales que quieren comerse tu lengua y entrañas, y es entonces cuando la única salida es tirarte al vacío, o coger un arma para matar a esas bestias, pero como están en tu cabeza y las quieres echar hay muchos que para hacer eso se la vuelan. , Luego los comentarios de la gente son, pobre.. que le pasaría por la mente para hacer eso, muy mal tenía que estar, y si no lo haces como yo que cuando más hundida estaba apareciste tras la pantalla, lo bueno de todo es que ese momento que yo recuerde no estaba conectada a Internet, siempre he pensado en ello he  tenido esa duda, lo único que sé es que aparecieron unas letras, cuando yo estaba empezando a irme a mi mundo de sombras, pero en ese instante mi cerebro me hizo reaccionar y la curiosidad de saber que era aquello recuerdo, que era www.  2PB1. Com. Hola ¿Quién está ahí, por favor conteste,? y yo así lo hice. Hasta ese instante no me había interesado por nada, hacía las cosas como un autómata, y casi sin fuerzas atendía a mis hijos, mi marido me decía que era un invento así no le atendía a él, me machacaba continuamente haciéndome creer que toda la culpa era mía, pero yo todo aquello lo oía desde la distancia, incluso mis hijos a los que adoraba, y siempre atendí, y mime como cualquier buena madre, en esos momentos me molestaban, bien es cierto que ningún instante afortunadamente se me paso por la cabeza hacerles daños, pues si esto hubiese ocurrido tal vez se lo hubiera hecho, cuando pienso en ello se me ponen los pelos de punta. Siempre estaba deseando quedarme sola, y esperaba la noche con toda su oscuridad y largos silencios, y me fundía con ella cabalgando en pensamientos desbocados que sucumbían a los horrores que mi mente creaba. Me molestaba todo cuanto me rodeaba, y solo me entretenía un poco el ordenador, y especialmente un juego, Internet no me interesaba y solo entraba para buscar alguna información concreta, por eso no recuerdo que aquella mañana hubiese entrado, pero tuvo que ser, solo que como no estaba bien no lo recuerdo-.

         Recuerdo que después de preguntar ¿quién esta ahí? Un velo pintado con los colores del arco iris apareció en el horizonte de mi pequeña pantalla, en ese instante apenas podía moverme, mi cuerpo no respondía a las ordenes de mi cerebro, estaba entrando en una oscuridad absoluta y me iba perdiendo en un laberinto de sensaciones y miedos, me veía como un actriz fría y acabada,  yo en la platea decrepita, derrotada, sin saber discernir si era una fantasía cruel o una realidad. Pero aquella ventana que tu me abriste me devolvió al mundo real, y los colores de aquel arco iris, se introdujeron en mis pupilas, y la tristeza se desvaneció y la curiosidad volvió a mi ser, y tú me fuiste pasando una película de sensaciones nuevas, y cambié mi letargo y mi agonía por un pequeño rayo de esperanza, al otro lado de la pantalla había otro mundo, fuera de mi ciudad, había vida, alegría y tal vez yo pudiera lograr coger algo de aquello y hacer que las tinieblas se fueran de mi cerebro para siempre. Tenía que echar fuera aquella tristeza doliente que me hacía sucumbir antes los fantasmas que mi cerebro creaba y que los veía pasar junto a mí y vi. una raya en el horizonte que parecía una nube de algodón y pensé que tenía un destino que cumplir.

         Yo te contaba retazos de mi vida, a la vez que me iba inventando historias, unas alegres y otras menos, pero mi mente se puso en marcha, y aquel aliciente me hizo ir olvidando todos los malos presagios, por tú parte me fuiste mostrando todos aquellos lugares que yo te decía me gustaría conocer, empezamos por los países nórdicos, fueron maravillosas aquellas Auroras Boreales, y además en tiempo real, así mismo escalamos las cumbres más altas del mundo, viaje por Canadá con sus fabulosos bosques, y sus cumbres nevadas, y aquella explosión de vida , la naturaleza en todo  su esplendor me fue mostrada. Laponia con sus noches interminables así me fuiste mostrando las maravillas del mundo. recuerdo las pirámides, me dijiste que estabas allí, y casi pude tocar la gran pirámide de Keosp, en fin que durante estos ocho años me has enseñado las culturas y hasta las lenguas y dialectos de algunos de los países más remotos, así como el francés, que chapurreaba de mis tiempos de estudiante el ingles alemán italiano, y todo sin darme cuenta, hoy soy una persona erudita y con una amplia cultura, no me diste lo económico, que en aquellos momentos tanto necesitaba, pero ahora reconozco que me distes los medios para mejorar mi situación y por ello te quiero dar hoy las gracias y decirte que, Los miedos que desbordaban mis pensamientos se han ido   definitivamente.
         Quiero expresarte mi jubilo y alegría pues dentro de nada voy a comenzar una nueva vida junto a un ser extraordinario, me ha costado mucho dar este paso, pues como tu ya sabes, mi experiencia en este terreno fue desastrosa, hasta el punto que me sentí tan culpable de todo cuanto hacia que según el cabrónazo de mi marido era así, yo era una mierda que no valía para nada, que todo lo hacia mal, la comida unas veces estaba sosa otras muy caliente, o demasiado fría, la casa nunca estaba a su gusto, y yo cada vez me iba sintiendo mas y mas pequeña, hasta llegar al estado en que tú me conociste a través del ordenador. Pero hoy todas esas desdichas me han hecho fuerte, tengo un buen trabajo y mande a ese pedazo de mamón a hacer puñetas, sabes fui yo la que le planté, fui yo la que gestioné la separación, fui yo la que me quedé con parte del dinero de la indemnización que el se estaba gastando en putas, mientras yo sufría en silencio sus vejaciones, y una vez hasta intentó pegarme, ese fue el momento que junto con tus consejos, hizo que diese ese paso mandándole a la puñetera calle, y poniéndole una demanda, comprando un arma que no hubiese dudado en usarla si hubiese sido preciso, pero que todo esto le hizo achicarsse, y se cambiaron las tornas, y pasé a dominarle a fastidiarle todo lo que pude.
         Dentro de una semana me caso con Fran  Melmet, hombre cariñoso, adorable, e inteligente y sobre todo que me trata con todo el respeto del mundo, quiero invitarte a nuestra boda, quien quieras que seas y donde te encuentres, por favor acude, si no quieres identificarte lo admito. pero acompáñame en este día que va a ser muy feliz para mi y que te lo debo todo a ti, después de mi boda si quieres que sigamos con nuestros mensajes a Fran no le importa sabe todo lo que has hecho por mi y te lo agradece eternamente, y me gustaría conocerte y que nos conocieras, contesta por favor.

         2PB1.
         Querida amiga iré a tu boda, te lo prometo y se que vas a ser muy feliz, nuestra relación de ordenador va a finalizar, ya que soy el hombre mas dichoso de la tierra y procuraré no defraudarte y pasar junto a ti el resto de nuestras vidas. Un beso muy fuerte y hasta mañana mi amor, en que nos veremos en el altar
                                      FIN                                                                A.R.G.