COLOCAR ESTRELLAS
Todas las noches miraba al firmamento y me queda extasiado al
contemplar el cosmos con sus millones de estrellas. Pero no me gustaba mucho
como estaban colocadas, así que decidí que había que recolocarlas, ¿ cómo
podría llegar hasta allí?
Pensando, pensando, me vino a la cabeza el gran misil que
llevaba arrumbado mucho tiempo en lo que llamábamos la hornera, ¿por qué de ese
nombre? no tengo ni idea, pues jamás hubo un horno ni nada parecido Bueno pensé
que con unos arreglillos podría usarlo para que me llevase al espacio. Así que
me puse manos a la obra. A una moto con sidecar le coloqué después de
manipularlo el gran misil, me hice un traje espacial con tela asfáltica y nylon
de la tienda de campaña, así mismo use, el aislante que tenía para la chimenea,
vamos que me quedó un traje de lo más in. Reunido todo lo necesario para estar
en el espacio una temporadita. El día 24 de Junio, despegué a las cinco de la
mañana sin ningún problema. Me elevé a gran velocidad. Pasé junto a varios
aviones comerciales, e incluso dos militares que intentaron interceptarme sin
éxito, yo seguí rumbo a las estrella. Se estaba haciendo de noche, la luna
salía a lo lejos, pronto me acerqué a ella. Pero esta de mal humor me grito
¡eh! Tú ¿Dónde vas? Yo cortésmente le dije: voy a colocar las estrellas. ¡Pero qué
dices! lo que has oído, y nadie me va a parar Ella me dijo: vale. Pero ni se te
ocurra tocar los signos del zodiaco, es peligroso, cambiaría el rumbo y
acontecimiento de la tierra, vosotros nos sois conscientes de la importancia e influencia que tiene el conjunto de estrellas del zodiaco
sobre el planeta azul o sea tu casa, así que decora el universo como quieras
modificando el resto de estrellas pero sin tocar las que hemos hablado.Pues yo
también saldría perjudicada, y eso no lo voy a consentir. Así se lo prometí y
cumplí.
Estuve como dos meses colocando y recolocando hasta que me pareció que
ya estaban bien situadas y de una manera armoniosa. Con la misma tomé el rumbo
de regreso, me volví a topar con la luna. Por cierto que se sorprendió bastante
al verme y me dijo: ¿Pero tú todavía andas por aquí arriba? Has hecho un buen
trabajo, ¿pero no has pagado un precio demasiado alto? Y eso contesté, solo he estado dos meses, no
creo que sea para tanto. Ella se rio y me dijo: Dos meses del espacio son como
veinte años de la tierra. Regresarás con tus veinticinco años y encontraras que
el resto de la humanidad tiene veinte años más que tú, amigos, padres, abuelos,
En esto veinte años han ocurrido un sinfín de acontecimientos, y han cambiado
muchas cosas, tanto en el pueblo como en la ciudad encontrarás que algunas
personas afines a ti ya no están. Pero no puedo decirte más ya lo descubrirás
cuando llegues, yo solo te aviso que de lo que dejaste ya casi no queda nada.
Continué mi rumbo hacia la tierra, estaba un poco acongojado,
pero por otro lado quería consolarme pensando que no sería para tanto. ¿Y si la
luna me quería gastar una broma?
En fin que todavía me quede un tiempo más por el espacio, no
tenía prisa en llegar. Conocí estrellas que nacían, otras que morían,, agujeros
negros gusanos interestelares, y cuando me cansé de todo esto metí la cuarta y
a la tierra.
Lo que me encontré ni me lo esperaba. Mis padres ancianos no,
ancianísimos, mis hermanos súper mayores y tres de ellos ya no estaban, lo mismo
que mis amigos habían desaparecido cinco de los ocho. Así mismo vecinos,
profesores, la mitad ya no estaban La ciudad nada tenía que ver con la que yo
dejé, ni el pueblo ni nada de nada, pero lo peor fue que tanto familia como
amigos no me reconocían pensaban que era un desliz de mi padre, o sea de mí
mismo. Que había desaparecido hacia treinta y nueve años.
Desilusionado y no gustándome lo que vi, volví a rearmar el
misil, y ahora vivo en la luna. Esta me dejo vivir allí con ella, y en ella
estoy no sé cuánto tiempo llevo ni lo que ocurrirá conmigo, no sé si aquí te mueres
o no. Ni como pasa el tiempo no tengo un espejo para mirarme, Pero todo me da
igual, estoy a gusto. La luna es afable y buena comunicadora. Ella ve todo lo
que ocurre en la tierra y me lo cuenta. Dialogamos, filosofamos, nos divertimos,
reímos y lo pasamos bien.
A.R.G