Vamos a contar mentiras
1ªMENTIRA
LA BICICLETA
ATÓMICA
Yo era un artista, así que construí una bicicleta con los
motores de una avioneta y helicóptero que acoplé debidamente a lo que es el
sillín de encima de la rueda trasera. Coloqué una bonita y decorada batería,
que al momento de pedalear se ponía en marcha y la bici volaba no sé a cuanta
velocidad, pero era una barbaridad.
La primera vez que la probé por carretera comarcal casi me
mato, no había espacio suficiente para tanta energía. Así que la segunda la
probé en la auto pista. Los vehículos iban a 130 y yo les rebasaba con dos pedaladas, unos
agentes de policía en unas motos de última generación me persiguieron
inútilmente. Al poco me di cuenta que una gran número de policías en motos y
coches venia persiguiéndome, aunque a mucha distancia, ¡de pronto¡ el
helicóptero se colocó encima de mí, pero yo también podía volar. Para ello
había colocado unos alerones plegables en la rueda delantera y trasera, Así que
decidí esquivarlos pues ahora eran tres helicópteros que me venían desde puntos
distintos, saque mis alerones pedalee con fuerza, y mi bicicleta remontó el
vuelo a gran velocidad. Una vez esquivados y perdidos de vista mis seguidores.
Me dirigí a la playa de Oyambre que tiene cinco kilómetros de larga, y además
es muy solitaria y más en invierno. Tomé tierra no sin alguna dificultad, una
vez parado, decidí que no quería esa bicicleta tan poderosa, así que la levanté
sobre dos troncos y di fuerte a los pedales, al punto salió volando hacia el
mar, me sentí muy bien al verla desaparecer.
Toda la prensa y televisiones dieron la noticia. Me sentía
desbordado de alegría al
deshacerme de la fantástica bicicleta, ya que se me buscaba por tierra mar y aire.
Pero mi asombró fue mayúsculo, cuando al cabo de seis meses, salta la noticia
en todos los medios. Que la mega bicicleta y su nuevo dueño, un mozalbete que la
había encontrado flotando en el mar mientras pescaba... Habían sido contratados
por la nasa para llevar suministros a la estación espacial, ya que era tan veloz
que lo hacía en un día y podía cargar con bastante peso.
Resumiendo que el tío se estaba forrando y yo su creador no
podía decir que era yo quien la había diseñado, ya que se me seguía buscando
por alterar el orden y casi provocar varios accidentes.
A.R.G.