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domingo, 9 de noviembre de 2014

Don Quijote de la Mancha Resumen del capitulo primero segundo


Resumen del capitulo primero:


Don Alonso Quijano, hidalgo de la mancha, de clase noble pero no rico, de unos 50 años más o menos, su rostro era enjuto y de extrema delgadez su cuerpo. Vivía con una ama de unos 40 años, una sobrina que no llegaba a los 20 y mozo de campo. Era hombre madrugador y amante de la caza y los libros de caballería su escritor favorito era:
Feliciano de Silva nacido 1480 en Ciudad Rodrigo. Era hijo de Tristán de Silva que fue cronista de Carlos V ejerció de alcalde de Madrid regidor de Ciudad Rodrigo y participó en la guerra de Granada.Feliciano de Silva   fue el continuador de la celestina y de Amadís de Gaula .
Don Alonso Quijano se obsesionó con estas historias de caballería hasta tal punto que enloqueció con las historias fantásticas que le brindaban esos libros.
En su locura decidió hacerse caballero andante y salir a buscar aventuras y deshacer entuertos poniéndose del lado de los más débiles y defender con ahinco a las damas.
Busca en el viejo baúl, las armas de sus antepasados muy desfasadas pero él  las pule poniéndose las y sintiéndose caballero y ve que sirven para defenderse y hacer frente a sus enemigos.
Cogiendo su caballo del establo decide ponerle nombre pues todo caballero así lo hace, Le llama Rocinante pues el pobre lucia todos sus costillares .El se hace llamar Don Quijote de la Macha. ahora solo le queda buscar un escudero y una dama a quién amar, y defender.,

Sale temprano de su casa para buscar aventuras, y después de cabalgar durante todo el día bajo un sol de justicia sin que a lo largo de ese tiempo no ocurriese nada. En la lejanía ve una venta, que a él se le antoja como un castillo, aunque sin almenas se dirige presto hacia él, se percibe que no es recibido con trompeta como es descrito en los libros que él lee, ya llegando a sus puertas acertó a pasar por allí un porquero con su piara, y toco la cuerna para reunirlos. Esto le pareció a D. Quijote que era la señal de aviso de que a las puertas del castillo llegaba un caballero. Justo en la puerta había dos mozas que eran prostitutas ya que esta venta era un paso obligado para pastores que hacían la trashumancia. Pero él las ve como dos nobles damas, bellas e indefensas, y ofreciose como caballero defensor, a lo que ellas respondieron con mucha sorna y aguantando se las carcajadas que estaban a punto de salir de su garganta.
Salio el ventero y viendo aquella figura a punto es tubo de darle algo, por Dios pensó de donde ha salido semejante adefesio? pero oyendo la retahíla de don Quijote decidió seguirle el juego, y le cuenta historias de los libros de caballería que él ha leído. Don Quijote está encantado con todo lo que sabe aquel noble del castillo, y le pide que le haga caballero. El ventero muy guasón accede, pero don Quijote se percata de que el castillo no tiene capilla, a lo que el ventero responde que la están arreglando pero que tiene un patio de armas,( este era el patio donde se usaba como almacén).
Al amanecer el ventero ya tiene montado todo el paripé (Fingimiento, simulación o acto hipócrita) y en ese lugar es nombrado caballero. El ventero le explica que para ser un caballero de verdad, tendrá que buscarse un escudero, llevar ropa limpia, así como una faldriquera con dinero.
D. Quijote parte  henchido de alegría, lleno de gozo, pues sale de allí como caballero nombrado por el noble dueño del castillo, ahora tiene que volver a casa para cumplir los consejos del que le nombró caballero.
No se había alejado mucho del castillo cuando de la espesura del bosque oye gritos y lamentos, y dirigiéndose hacía allí, vio una yegua atada a un árbol y en otro a un zagal como de unos quince años, y no era de estrañar los gritos y lamentos, pues le estaban dando con una pretina (correa) una paliza.
Don Quijote se dirige a él con voz airada y rentándole pone su lanza en la cara del labrador, este queda sobrecogido por aquella aparición y además siente temor de ser atravesado por la lanza. Y dijóle señor caballero este muchacho es mi criado y tiene que guardar y proteger mis ovejas , pero cada día me falta una, a lo que el muchacho responde que no le paga.
Desatalo, paga le , y si no iremos ante un juez para que él decida, señor mire que el zagal miente, a lo que don Quijote le insiste que lo desate y le deje libre, el labrador así lo hace por temor aquel personaje tan singular.