CALLEJEANDO POR MI CIUDAD
TORRELAVEGA
Salgo a recorrer mi ciudad, los pasos me llevan hacía la llamada ruta del
colesterol, cada trozo de esa inmensa avenida está dedicada a escritores,
pintores, escultores, y demás personas ilustres de la comunidad,
Comenzaré por Antonio
Bartolomé, a quien tuve el honor de conocer y de escuchar de su boca un sin fin
de anécdotas y curiosidades.
Nació en Rocín en mil
novecientos siete, y después de pasar por aulas y trabajos varios, terminó
siendo inspector de la cooperativa la SAM.
Por su trabajo contactó
con todo tipo de gente tanto de pueblos como de aldeas, que le fueron narrando
historias, dichos populares de cada zona, apodos, y un sin fin de anécdotas,
que él dejo plasmado magistralmente en dos de sus libros, Anecdotario Montañés,
Relatos Trovas y Anécdotas.
Así mismo en varios de sus
trayectos se encuentran los pintores Balbino Pascual gran artista
especializando sus obras magistralmente en zona de Potes sobre todo plasmando
la inmensidad de los picos en sus distintas épocas.
Sobrado, artista de líneas
sobre puestas y conjugando el negro sobre blanco, rojos y grises con maestría
dando profundidad a su obra.
Pondal Supo extraer del
académico Eduardo Chicharro, el luminoso colorido y valores figurativos creando
un estilo propio. Así mismo también tiene un trozo de vía Rufino Peón forjador
de escultura en hierro, su taller estuvo ubicado en la no menos conocida calle
Carrera.
Siguiendo por otras rutas me encuentro con la plaza de Nueva Ciudad,
dedicada a Mauro Mueriedas, gran escultor de la madera y mejor persona,
integro, sincero, su obra está impregnada de vivencias de Torrelavega, de la
mina donde trabajó, del campo y el mar, así como su experiencia como padre, que
dejo plasmada en un bonita maternidad y que a pesar de las vicisitudes que pasó,
jamás guardo rencor a nada ni a nadie. Tuve. el gusto de conocerle y compartir
con él grandes veladas en la escuela de Artes, haciéndonos un pequeño recorrido
por su vida, y la de Tinuca, su amada compañera que según nos dijo: La quería
tanto que no la había traicionado ni tan si quiera con el pensamiento.
En mi recorrido sin salir
de Nueva Ciudad llego a la Iglesia de San Pablo, Las proyectaron los
Arquitectos Antonio Ortega que falleció en un accidente de aviación y no la
pudo ver concluida, y Luís Pedraza Derqui, inaugurándose en 1985.
Voy caminando, llego a
Campuzano, y contemplo La iglesia de San Miguel de estructura un tanto rara,
pero que me entero de que es así porque el solar era una especie de geometría
triangular. El joven arquitecto Torrelaveguense Ricardo Lorenzo fue el
encargado de acabar el proyecto, después de buscar una solución desarrolló el
programa dentro de los límites reducido y complicado del solar triangular. Conformando
un edificio-organismo de espacios fluidos en una sutil relación
exterior-interior. Sigo caminando y en mi recorrido me encuentro: salpicando
plazas y edificios emblemáticos, con historias que contar.
. Daría para escribir un
libro, pero por hoy mi ruta la voy acabar en el colegio de la Paz. Se encargó
el proyecto a Fray Coello de Portugal. En la fachada principal de la iglesia se
contempla la colocación de una imagen escultórica. En su extremo oeste, fue
Subirachs quien diseño el muro definitivo, trabajó los encofrados del hormigón
dejando el paño compuesto con impresiones y resaltando la palabra Paz en
distintos idiomas.
A.R.G.