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miércoles, 17 de octubre de 2012

Mis amigos los mayores Agustín y Tina





He estado en el pueblo de Agustín. Este no es como los que he ido visitando, es un pueblo grande, está situado cerca de la reserva nacional del Saja. Por aquí es un hervidero de gente, que va y viene, a la reserva, cargados de máquinas  de fotos, pues el expectaculo que ofrece es único. Ahora el otoño hace valer su paleta de colores, y los árboles apuntando hacia el cielo parecen pinceles tocando aquí y allí. 
Las copas están cubiertas de hojas rojas que  reberberellan cuando el sol lanza sus rayos sobre ellas, a media altura los otros árboles se visten de ocres y marrones, y los más bajos aún conservan sus hojas verdes.
La casa de Agustín es una casona montañesa en toda regla, con su solana llena de nidos de golondrinas que año tras año vuelven, en su zaguán, también pone a secar el maíz, aunque ahora es poco, las gallinas que tiene son media docena, cuando el se va se las atiende el vecino de enfrente, así como dos parejas de conejos, aunque él si hace bueno, suele subir algún que otro fin de semana. Pues él nada más vive allí medio año. Se va en mayo y vuelve en septiembre o octubre, Pues a los dos les gusta la ciudad, Viven en Torrelavega a pocos kilómetros del pueblo.
La casa tiene todas las comodidades actuales, en el pueblos hay cinco o seis bares, y es costumbre que las gente de las cercanías vayan a blanquear, o sea a tomar los blancos, esto es desde la una hasta las tres en que todo el mundo se va a comer, hay varias tiendas de cosas típicas de aquí, postales, campanos, albarcas, perolas de leche decoradas, en fin de todo un poco. Los visitantes se asoman a las cuadras para ver las vacas, como se las ordeña, como se les hecha la comida desde el pajar con su pala de guinchos, lo que para ellos es una rutina, para los visitantes es un acontecimiento, así mismo se dan una vuelta por las huertas preguntando que esto o aquello.
He tenido suerte, pues ha hecho un tiempo bueno, aunque por la noche bajaba mucho la temperatura, han tenido que encender dos días la calefacción,. 
Tina preparó un cocido montañés de morirte de bueno, este con berza, como Dios manda, el chorizo, la costilla, la morcilla, la hebra, el tocino, las alubias, todo del pueblo, lo del cerdo era de su hermano que vive en el pueblo de al lado, y crían un par de cerdos entre los dos. Ahora por San Martín los mataran, me han invitado a la matanza, pero creo que no voy ir iré cuando todo esté ya hecho; esta carne la tiene para todo el año.
El pueblo está bien cuidado, adornado de flores, y todos los alrededores están poblados de un cerrado bosque,  mires para donde mires. Así mismo le cruza un río que baja de la montaña, rápido y caudaloso, al pueblo se llega pasando un pequeño puente romano, luego la carretera se ensancha, y a pocos metros el pueblo.
Resultado de imagen de pueblo entre montañas dibujos psicodelicosTina es una persona estupenda, no han tenido hijos, así que han dedicado toda su vida a cuidar el uno del otro, y son super felices, Tina tenía ganas de conocerme, pues Agustín y toda su panda les hablan a las mujeres de mi, al conocerme no se podía explicar mi amistad con ellos, pues yo soy mucho mas joven casi treinta años, y como  me podía llevar también con ellos. Me contó que habían ido Rufo y su mujer, la contaron que estuve un día con ellos.
Me lo he pasado estupendamente, he disfrutado mucho, y hemos quedado el domingo próximo a comer, pero ya en Torrelavega, traen del pueblo el cerdo y van invitar a los que ya han llegado de la cuadrilla, pues quiere mantener esta relación
Ya os contaré.                    
                                                                                                    A.R.G.