Nibiru sería un planeta propuesto por
Zecharia Sitchin, basándose en la idea de que las civilizaciones antiguas habrían obtenido sus conocimientos y su desarrollo gracias a hipotéticos contactos con
extraterrestres. Sin embargo, esta descripción es considerada inverosímil por científicos e historiadores.
En opinión de Sitchin, el planeta habría adquirido el nombre del dios babilonio
Marduk a consecuencia de una usurpación del poder por parte de este dios en el 2024 a. C., atribuyéndose la creación de la Tierra mediante la falsificación en las copias del poema épico
Enuma-elish.
Según la descripción de Sitchin sobre la cosmología
sumeria, Nibiru sería el buscado «duodécimo planeta», o el
Planeta X (que incluye la descripción de 10 planetas, más el
Sol, y la
Luna).
Igualmente indica que en la antigüedad se habría producido una catastrófica colisión de uno de sus satélites con
Tiamat, un hipotético planeta también postulado por Sitchin, y que habría estado entre el planeta
Marte y
Júpiter; hecho que habría formado el planeta
Tierra y el
cinturón de asteroides. Además, según Sitchin, Nibiru habría sido el hogar de una poderosa raza alienígena, los
Anunnaki. Como consecuencia de la colisión, según afirma Sitchin, el planeta Nibiru habría quedado atrapado en el
Sistema Solar, volviendo al lugar de la colisión periódicamente en una órbita excéntrica. Más tarde vinieron a la Tierra.
Sitchin cita algunas fuentes que según él, hablarían sobre el planeta, que posiblemente sería una
estrella (concretamente una
enana marrón) que estaría en una
órbita sumamente elíptica alrededor del Sol, la cual tuvo su
perihelio hace aproximadamente 3600 años y un período orbital de unos 3600 a 3760 años. Sitchin atribuye estos datos a los astrónomos de la
civilización maya.
En un libro recientemente publicado, titulado
2012: cita con Marduk, el escritor e investigador turco
Burak Eldem presenta una nueva hipótesis, sugiriendo que son 3661 años los que duraría el período orbital del supuesto planeta y reclamando que habrá "una fecha de vuelta" para el año
2012. Según la teoría de Eldem, 3661 es un séptimo de 25 627, que es el ciclo total "de 5 años mundiales" según el
calendario maya extendido. El último paso orbital de Marduk, añade, sucedió en el 1649 a. C. y causó grandes catástrofes sobre la Tierra, incluyendo la erupción de la isla
Thera (en el
mar Mediterráneo).
Según los seguidores de Sitchin, sus ideas estarían avaladas por su dominio en lenguas muertas como el
sumerio, y asistidas por la traducción de piezas consideradas tesoros; aunque esto realmente no es científicamente un fundamento astronómico.
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La opinión científica
La comunidad científica niega tajantemente la existencia de un planeta así,
2 y ha realizado múltiples declaraciones en este sentido.
3 Para los astrónomos, «las persistentes declaraciones acerca de un planeta cercano pero invisible son simplemente absurdas».
2
Desde los foros científicos se alerta sobre una estrategia habitual para confundir y alimentar el mito de la existencia de este planeta, consistente en relacionar el planeta ficticio Nibiru con cualquier comentario acerca del
Planeta X o con el planeta enano
Eris.
2
En
1930,
Clyde Tombaugh encontró el planeta
Plutón, luego de una sistemática búsqueda iniciada por el
Observatorio Lowell como resultado de las predicciones de Lowell acerca de la existencia de un miembro adicional en nuestro sistema solar. Sin embargo, se comprobó que la masa de Plutón era diminuta, y una vez analizada la órbita de Caronte (la luna de Plutón) se encontró que la masa del sistema era demasiado pequeña para afectar a la órbita de Neptuno. La búsqueda del Planeta X continuó.
4
En 1983 se produjo el lanzamiento del satélite-telescopio infrarrojo
IRAS. Basadas en las observaciones de este satélite, se publicaron unas declaraciones, y posteriormente en 1984 también un artículo científico en la revista
Astrophysical Journal Letters, titulado “Unidentified point sources in the IRAS minisurvey” (‘fuentes puntuales no identificadas en el miniestudio de IRAS’), en las que se discutían varias fuentes infrarrojas detectadas de origen desconocido.
2 Este artículo provocó gran revuelo, y el resurgimiento de todo tipo de
bulos y teorías conspirativas.
4 No obstante, más tarde se descubriría que estos «objetos misteriosos» resultaron ser galaxias lejanas.
2
En 2008, un equipo japonés anunció que según sus cálculos, debía existir un planeta no descubierto a una distancia de unas 100
UA.
5 (la unidad astronómica es la distancia media entre la Tierra y el Sol: unos 150 millones de kilómetros) con un tamaño de hasta dos tercios del de la Tierra. Estos cálculos refuerzan la hipótesis de la existencia de un planeta X, pero nada hace pensar que su órbita pueda ser distinta a la del resto de objetos del
cinturón de Kuiper.
3