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miércoles, 21 de marzo de 2012

El día que mi madre me regaló un Marumito Cuento








EL DÍA QUE MI MADRE ME REGALÓ UN MARUMITO

Mañana es mi cumpleaños, voy hacer nueve, ya me siento un tanto mayor, en casa era todo un ajetreo, estaban decorando el jardín, con guirnaldas y globos de todos los colores, una gran mesa hecha con tableros estaba ya instalada. Alrededor del viejo árbol una gran lona verde cubriéndolo, no nos podemos acercar, pues al parecer está tan viejo el pobre que se caen trozos de ramas, me da pena, siempre había jugado en su entorno. Mis cuentos en verano los devoraba apoyada en su gran tronco.

Le he pedido a mis padres que por qué no me regalaban un marumito, -ya tienes uno hija- me contestaron-. Pero yo había dibujado cientos de bocetos con el que realmente soñaba.

Tendrás regalos muy bonitos ya verás y no te importará no tener un nuevo marumito, yo no pensaba lo mismo, pero bueno me tenía que resignar.

Por fin hoy es el gran día, mis amigos van llegando, así como mis abuelos, que los veo de tarde en tarde porque viven fuera, y me hace mucha ilusión tenerlos cerca, ya que me cuentan muchas historias, ellos fueron los que me hicieron mi primer marumito, era muy bonito, pero ahora ya está viejo, y además yo siempre quise uno como el de la princesa de mi cuento, ese sí que era bonito, por eso le dibujé tantas veces

Fui abriendo los regalos, me trajeron de todo, un diario, un maletín de oleos, ropa, colonias, alguna alhaja y así fui recibiendo todos los presentes de mis amigos. Mis abuelos me regalaron un ordenador, pero... faltaba el de mi madre yo la veía pululando por el jardín, pero no había visto que trajeran nada ¡qué raro! De pronto mis abuelos nos llamaron a todos los críos que nos formáramos cerca del viejo árbol, los mayores ya estaban colocados en la otra parte. Mis abuelos muy ceremoniosos dijeron: - Ahora vais a presenciar el regalo de Marina la madre de Laura en el que durante meses hemos trabajado-. Ésta maravilla es un regalo especial para su hija. De pronto tiraron de una cuerda y la gran lona verde cayó, Allí estaba el más bonito de los marumitos que yo había visto jamás, colgando del árbol, el asiento era un auténtico trono de princesa, Corrí emocionada, la abracé y me subí en mi marumito y empecé a columpiarme, el aire me daba en la cara, y mi imaginación voló. En ese instante desde las alturas los vi a todos con ricos trajes haciéndome una reverencia, yo era la princesa, y El marumito mi trono.

Relato Por Aurora España El día que se pararon los relojes




EL DÍA QUE SE PARARON LOS RELOJES







Ayer ocurrió un hecho insólito. Desde que la humanidad tiene conocimiento de medir el tiempo con relojes que no sean solares, jamás había ocurrido algo así.

Todos los relojes de mundo se pararon a la misma hora, surgiendo un caos en todo el planeta, no se sabía a qué era debido. Al principio se creyó que era un hecho puntual, al cabo de un tiempo todos los medios de comunicación dieron la noticia, pedían calma, pero la gente empezó a inquietarse, iban a la deriva sin saber muy bien que hacer, a través de los medios de comunicación se instó a todo el mundo que intentase llegar a casa Mientras tanto todos los países, se unían para averiguar a que era debido, Pero desde la India llegó la noticia de que un gran meteorito había caído hacia unas pocas horas, creyendo sus científicos que ese era el motivo, pues despedía una onda magnética y unas radiaciones de tal magnitud, que no tenían medios para medirla

Con un gran estruendo a las doce en punto había rebasado la corteza terrestre rasgando su cielo y cubriéndolo todo de un amarillo intenso, luego se estrelló contra la montaña Pack, rebanándola como si fuera de mantequilla para quedarse incrustado en ella como una gran bola de fuego. Nada más tocar tierra los relojes se habían parado, afortunadamente solo afecto a estos, a los demás sistemas no, pero aún con todo, la tierra en pocos minutos empezó a ser un caos, tanto los vehículos terrestres como los aéreos, así como los marítimos, cuando llegaban a su destino se quedaban, pues sin horario no podían circular, las gentes se apiñaban por todos lados, estaban desorientados, y llenos de temor, querían llegar cuanto antes a sus casas pero ¿Cómo? si el transporte no circulaba.

Durante doce horas se vivió con aquella incertidumbre. Desde la India llegaban noticias que aquella esfera de dimensiones descomunales, iba perdiendo su brillo.

De esta manera al cabo de doce horas justa la luz se apagó, y la gran mole ha desaparecido dejando en su lugar un enorme cráter, en ese instante todos los relojes volvieron a funcionar, han transcurrido pocas horas de este hecho, parece que poco a poco todo se va normalizando

Ahora no queda esperar si puede tener esto alguna otra consecuencia, Los científicos están en ello, el tiempo nos lo dirá,