Iglesia de Santa Marina
Udalla. Ampuero
Declarada Bien de Interés Cultural / 1984
La originalidad de este templo de dos naves paralelas con dos ábsides gemelos, único caso en Cantabria y sin relación con el resto de España, junto con sus peculiaridades constructivas, le convierten en una obra singular y extraña, al igual que las leyendas que rodean su edificación. Pese a su aspecto exterior románico, su estilo artístico en el interior es gótico.
La villa de Udalla aparece citada en el Fuero de Laredo, concedido en el año 1200 por Alfonso VIII, como lugar perteneciente a la villa pejina, pero no consta en ningún documento anterior del cartulario del monasterio de Santa María del Puerto de Santoña, que ejercía un dominio jurisdiccional sobre algunos lugares cercanos, por lo que se puede deducir que no tuvo una importancia relevante antes del siglo XIII.
Por otra parte, la tradición afirma que la iglesia de Udalla perteneció a los caballeros templarios, nombre con que durante mucho tiempo se designó a los vecinos del pueblo. Quizás la relación con esta orden explique en algún sentido la originalidad de su diseño arquitectónico.
Su estructura en planta es muy peculiar, al poseer solamente dos naves. Su referencia podría estar en la iglesia mozárabe de San Millán de la Cogolla (La Rioja, s. X) o en algunas iglesias jacobinas y dominicanas del sur de Francia.
Esta disposición pretende ampliar el espacio buscando la centralización -objetivo de las órdenes mendicantes y de los templarios- y podría tener un significado esotérico.
Sin embargo, el maestro que ejecutó la obra demostró poca pericia, como se observa en los abundantes despropósitos constructivos que se manifiestan: hechura de las bóvedas, diseño de las portadas, contrafuerte que separa los ábsides, saeteras con columna...
Su apariencia externa, románica, contrasta con el interior gótico. Existen dos fases diferenciadas: la primera comprendería los ábsides y primer tramo de las naves y dataría de finales del siglo XIII o principios del XIV, mientras que la segunda -tramos posteriores- se llevaría a cabo en el siglo XV.
La escultura monumental -canecillos y capiteles- de Udalla es la más tosca e ingenua de todo el gótico religioso cántabro, y se caracteriza por la talla rehundida e incisa de trazos geométricos o esquemáticos. Predomina lo figurativo, y en particular las cabezas humanas.
Existen otras dos obras de gran interés artístico. La bella imagen gótica, del siglo XV, en piedra, de Santa Marina y un Cristo, de madera, obra de nuestro artista contemporáneo Jesús Otero