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martes, 28 de febrero de 2012

LA COSTA DE BAREYO CABTABRIA ESPAÑA


El Cabo de Ajo: El Norte de Cantabria

Faro de Ajo
El término municipal de Bareyo nos ofrece un paisaje de hermosísimos contrastes, una estampa de mar y de montaña, de praderas y bosques, de acantilados y de playas, de azules y verdes. Una tierra, donde el pasado y el presente se abrazan para crear un cuadro de armonía y belleza.

Aunque predominan las verdes y espléndidas praderías que llenan de color los suaves del municipio, también destacan en la zona litoral los agrestes acantilados y sobre todo, el famoso Cabo de Ajo, el punto más norteño de Cantabria.

Desde el Cabo de Ajo disfrutamos de impresionantes vistas, la Bahía de Santander por un lado y la Ría de Castellanos o Ajo por el otro. Todo ello con la Cordillera Cantábrica como telón de fondo. En el extremo norte del cabo y para proteger a los barcos de los abruptos acantilados, se encuentra el Faro de Ajo. Durante la noche, su haz de luz se hace visible a 17 Km. de la costa.

En la parte oriental del faro, a la desembocadura de la ría, podemos contemplar, fruto de la salvaje naturaleza de la zona, una hermosa cavidad conocida como La Ojarada, desde la que se divisa el mar cantábrico.

Cabo de AjoPlaya de CuberrisLa Ojarada

Ría de Ajo o Castellanos. Los Molinos

Situada en la parte más oriental del municipio y separándole de Arnuero, se encuentra la Ría de Ajo. Tiene una extensión de 110 Km2 y sus marismas forman parte del conjunto de humedales del norte de la Península Ibérica, declarados Reserva Natural por el Gobierno Español.. Constituyen una fuente de riqueza natural a conservar. La ría también supuso en el pasado una gran fuente de recursos. Llegó a haber en Bareyo casi 30 molinos.
Ría de Ajo
Molino de la Venera
Cerca de la iglesia de Santa María de Bareyo y en el límite entre los términos municipales de Meruelo y Bareyo, a orillas de la ría de Ajo, se conserva aún el molino de la Venera, construido en el año 1753.

Mientras que abundaban en toda Cantabria los molinos de río y los de mareas ( aprovechaban la fuerza de las mareas ), éste es uno de los escasos molinos mixtos ( de marea y de río ) que se conservan en la región. Se encuentra prácticamente inalterado con sus arquerías, presa, ruedas...

Los documentos constatan como decíamos antes, la existencia de casi 30 molinos, ocho de marea y 21 de río.

La Costa de Bareyo
Los diez kilómetros de costa que separan el Cabo de Ajo del acantilado de Brenas, son un lugar inolvidable por los escarpados acantilados y recoletas playas, donde destacan, además de la efigie del Faro y las playas de Cuberris y Antuerta, las impresionantes atalayas del Rostro, Cárcabo, Urdiales y Quintres.

Punta del Rostro, en el Cabo de Ajo, es el punto más al norte de toda Cantabria. Podemos llegar por la carretera que nos lleva al Faro. Las atalayas de Cárcabo y Urdiales nos brindan unas inmejorables vistas de las playas de Antuerta y Cuberris, un maravilloso paseo nos permitirá disfrutar de la incomparable costa, así como sus magníficas praderas.

Para acercarnos a Cabo Quintres, el más impresionante y agreste de todos estos acantilados, cogeremos la carretera general con dirección a Santander y, una vez hayamos llegado al alto, nos desviaremos a la derecha, camino hacia la costa. Desde este excelente emplazamiento se puede ver al este el Cabo de Ajo y al oeste la Bahía de Santander.

TRASMIERA RUTA DE LAS PLAYAS CANTABRIA ESPAÑA


TRASMIERA, LA RUTA DE LAS PLAYAS

Recorrido:Desde Astillero hasta Santoña en un recorrido de 70 Km.
Municipios:Astillero , Marina de Cudeyo, Ribamontán al Mar, Bareyo, Arnuero, Noja, Argoños, Santoña, Escalante, Bárcena de Cicero
Tiempo estimado: 5 horas.
Época adecuada: Preferiblemente en primavera o verano

Mapa de carreteras de la costa oriental

Estampa clásica en Pedreña
Este itinerario recorre algunos de los lugares más bellos de la costa cantábrica, con numerosas localidades turísticas, perfectamente equipadas en el sector servicios, de gran encanto e interés. Pequeñas villas marineras, con sus puertos pesqueros y hermosas playas. Para ello, hay que partir de El Astillero, a 8 km. de Santander, y tomar la desviación por el puente de Pontejos para conducirnos hasta Pedreña, localidad del ayuntamiento de Marina de Cudeyo que se asienta al otro lado de la bahía santanderina, divisando el perfil urbano de la capital cántabra.
Destaca en Pedreña el Real Club de Golf ( magnífica instalación deportiva ) y "las pedreñeras" o mariscadoras recolectoras de almejas, que en esta zona son de gran calidad. Pedreña se encuentra unida por un puente a la próxima villa de Somo y por mar a Santander, desde donde parten las tradicionales lanchas que atraviesan la bahía.
Forman parte del tipismo de la comarca las tabernas y merenderos que a ambos lados de la carretera exponen sus humeantes parrillas como reclamo gastronómico para un turismo ávido de degustar pescados del norte, como sardinas o bonito. Pedreña tiene una arraigada tradición en las regatas de traineras, deporte que origina una sana pero reñida rivalidad entre localidades vecinas y cuyas competiciones se desarrollan a lo largo del verano en las poblaciones costeras de Cantabria.
Próximo a Pedreña, en la margen izquierda de la ría de Cubas ( que separa las localidades de Pedreña y Somo ), se localiza el solar de Agüero, con fortaleza gótica del siglo XIV, declarado conjunto histórico.
Castillo de Agüero
Bellas playas de Ribamontán al Monte
Ya en el municipio de Ribamontán al Mar está Somo, localidad turística, desarrollada en torno a la abierta playa que se despliega frente a Santander. Pero Somo también es conocido como el "Pueblo de la Cerámica", por haberse establecido en él diversos talleres artesanos.

Además, cada verano se celebra, en el extenso arenal que con la bajamar forman las playas de Loredo y Somo, el conocido "Derby de Loredo" con diversas modalidades de carreras hípicas.
A 5 Km. de Somo está Langre, cuya playa es una de las más bonitas y seductoras del Cantábrico; su original disposición conforma en la pleamar dos playas, con cerca de un km. de extensión. 
Los acantilados que dominan este paisaje costero dificultan su acceso, que junto a la apariencia semisalvaje de su entorno, ha permitido conservar en gran medida sus altos valores naturales.
Otros 9 Km. nos separan de Ajo, capital del municipio de Bareyo cuyo perfil costero constituye el punto más septentrional de la costa de Cantabria ( cabo de Ajo ). Los acantilados que se abren al mar desde su faro, rodeado de praderas en donde pastan las vacas, dibuja sobre el horizonte, especialmente al atardecer, una estampa bucólica, resumen de la perfecta simbiosis entre el mar y los prados, ambos siempre presentes en Cantabria.
Bucólica imagen del Cabo de Ajo
Iglesia románica de Santa María de Bareyo
Posee dos hermosas y recogidas playas: Antuerta y Cuberris, separadas por la punta de Cárcabo. Conviene destacar sus alicientes gastronómicos ( especialmente paellas y mariscos ). En la localidad de Ajo hay bastantes casonas blasonadas, testigos de un noble pasado.

Otros de los tesoros que mantiene este municipio es la bella y monumental iglesia románica de Santa María, en la cercana localidad de Bareyo. Se trata de la más notable iglesia del escaso arte románico costero. Proseguimos el viaje y el siguiente municipio en nuestro camino es Arnuero, cuya principal localidad es la de Isla, a 11 Km. de Ajo.
Isla ha sufrido últimamente una gran transformación, convirtiéndose en uno de los centros turísticos más solicitados. La visita es obligada, siendo una de las localidades más atractivas y sugerentes de Cantabria por la elevada calidad de sus playas o el encanto de sus tres torres ( especialmente la de Cabrahigo, en una pequeña loma, desde la que se divisa el municipio y el mar ). 
Tiene reconocida oferta gastronómica, basada en la excelente preparación de mariscos ( langosta y bogavante procedente de los viveros naturales de la zona ) e interesante historia ligada a los condes de Isla ( señores del lugar y poseedores del magnífico palacio que edificaron en el siglo XVII ). 
Torre de Venero en Castillo ( Arnuero )
Plaza de Noja
Tampoco se puede dejar de ver la magnífica iglesia barroca, una de las mejores de Cantabria. Muy cerca está Noja, con cuatro hermosas playas que acaparan el gran índice de ocupación turística que atiende la villa: Ris y Joyel, separadas por un islote; y Noja y Helgueras o Trengandín ( esta última muy singular por la multitud de rocas que con la marea baja emergen del mar ).

En Noja se pueden admirar algunas casonas de los siglos XVI y XVII y alguna otra edificación más reciente de corte regionalista. En definitica, un pueblo de gran encanto y belleza, muy cerca de
Argoños, nuestro próximo destino.
Argoños es una villa que posee interesantes muestras de casas rurales y magnífica iglesia entre cipreses. La alta calidad natural de sus marinas y ría permite contar con ecosistemas de gran interés, lo que ha justificado su inclusión dentro del ámbito de la Reserva de las Marismas de Santoña. Si tenemos tiempo es aconsejable pasearse por el barrio pesquero de Ancillo, de gran sabor popular.
A muy pocos Kilómetros está Santoña, separada de Noja por la punta de El Brusco, división natural que da paso en el litoral a la abierta y semisalvaje playa de Berria. Es uno de los puntos claves de nuestro recorrido y merece la pena detenerse en uno de los puertos más tradicionales de Cantabria.
Barrio de Ancillo ( Argoños )
El puerto de Santoña
Su magnífico perfil costero es recorrido por salientes, ensenadas, faros y acantilados, los cuales rodean al mítico monte Buciero, que cierra por el norte la estratégica bahía de Santoña. Aquí todo tiene que ver con el mar:

Sus extraordinarias playas ofrecen al visitante un ambiente tranquilo y la vida cotidiana se desarrolla en base al sector pesquero, que cuenta con una relevante industria conservera. Anchoas, sardinas, marisco... se pueden y deben degustar en las numerosas tascas, tabernas y asadores de Santoña.

Muy conocidos son los populares Carnavales Marineros ( fiesta de interés turístico nacional ) que con el entierro de la sardina ponen fin a uno de los festejos de más colorido de la región.
También la historia confirma esta estrecha relación con el mar, al tener entre sus hijos a personajes tan ilustres como el navegante Juan de la Cosa, capitán de la nao Santa María, compañero de viajes de Colón y autor del primer mapamundi.

Su patrimonio cultural, también importante, cuenta con significativas muestras: la iglesia de Santa María del Puerto ( siglo XIV ) que alberga en su interior el retablo de San Bartolomé, de la escuela flamenca y uno de los más importantes de España.


También reseñables son los palacios de Chiloeches y de Manzanedo; y los fuertes de San Martín y de San Carlos, testimonios de la importancia estratégica del puerto santoñés a lo largo de los siglos. 
Iglesia de Santa María del Puerto ( Santoña )
Sepulcro de Bárbara Blomberg ( Escalante )
Sin embargo, su más definida seña de identidad la constituye la Reserva Natural de las Marismas de Santoña ( en la desembocadura del Asón ), espacio protegido que cuenta con ricos y variados ecosistemas que dan cobijo de forma estacional o permanente a una gran variedad de aves acuáticas, que encuentran en este privilegiado lugar su hábitat natural.
La vuelta es recomendable realizarla por la carretera de las marismas en dirección a Cicero, dejando a su paso Montehano ( Monte Sagrado, según la Cantabria romana ), localidad que acoge el convento de San Sebastián, lugar donde reposan los restos de doña Bárbara de Blomberg, madre de don Juan de Austria. Montehano pertenece al municipio de Escalante y si aún tenemos tiempo sería interesante acercarse a la ermita de San Román de Escalante, fabulosa obra románica al interior. En Escalante encontramos alguna casa blasonada y casitas típicas muy bellas.

En el municipio de Bárcena de Cicero merece la pena entrar a la localidad de Gama, sobre todo a los barrios de Lamadrid y Labodega, con interesantes palacios y casonas barrocas como el de Rugama.