El Cabo de Ajo: El Norte de Cantabria |
El término municipal de Bareyo nos ofrece un paisaje de hermosísimos contrastes, una estampa de mar y de montaña, de praderas y bosques, de acantilados y de playas, de azules y verdes. Una tierra, donde el pasado y el presente se abrazan para crear un cuadro de armonía y belleza. Aunque predominan las verdes y espléndidas praderías que llenan de color los suaves del municipio, también destacan en la zona litoral los agrestes acantilados y sobre todo, el famoso Cabo de Ajo, el punto más norteño de Cantabria. Desde el Cabo de Ajo disfrutamos de impresionantes vistas, la Bahía de Santander por un lado y la Ría de Castellanos o Ajo por el otro. Todo ello con la Cordillera Cantábrica como telón de fondo. En el extremo norte del cabo y para proteger a los barcos de los abruptos acantilados, se encuentra el Faro de Ajo. Durante la noche, su haz de luz se hace visible a 17 Km. de la costa. En la parte oriental del faro, a la desembocadura de la ría, podemos contemplar, fruto de la salvaje naturaleza de la zona, una hermosa cavidad conocida como La Ojarada, desde la que se divisa el mar cantábrico. |
Ría de Ajo o Castellanos. Los Molinos |
Situada en la parte más oriental del municipio y separándole de Arnuero, se encuentra la Ría de Ajo. Tiene una extensión de 110 Km2 y sus marismas forman parte del conjunto de humedales del norte de la Península Ibérica, declarados Reserva Natural por el Gobierno Español.. Constituyen una fuente de riqueza natural a conservar. La ría también supuso en el pasado una gran fuente de recursos. Llegó a haber en Bareyo casi 30 molinos. |
Cerca de la iglesia de Santa María de Bareyo y en el límite entre los términos municipales de Meruelo y Bareyo, a orillas de la ría de Ajo, se conserva aún el molino de la Venera, construido en el año 1753. Mientras que abundaban en toda Cantabria los molinos de río y los de mareas ( aprovechaban la fuerza de las mareas ), éste es uno de los escasos molinos mixtos ( de marea y de río ) que se conservan en la región. Se encuentra prácticamente inalterado con sus arquerías, presa, ruedas... Los documentos constatan como decíamos antes, la existencia de casi 30 molinos, ocho de marea y 21 de río. |
La Costa de Bareyo |
Los diez kilómetros de costa que separan el Cabo de Ajo del acantilado de Brenas, son un lugar inolvidable por los escarpados acantilados y recoletas playas, donde destacan, además de la efigie del Faro y las playas de Cuberris y Antuerta, las impresionantes atalayas del Rostro, Cárcabo, Urdiales y Quintres. Punta del Rostro, en el Cabo de Ajo, es el punto más al norte de toda Cantabria. Podemos llegar por la carretera que nos lleva al Faro. Las atalayas de Cárcabo y Urdiales nos brindan unas inmejorables vistas de las playas de Antuerta y Cuberris, un maravilloso paseo nos permitirá disfrutar de la incomparable costa, así como sus magníficas praderas. Para acercarnos a Cabo Quintres, el más impresionante y agreste de todos estos acantilados, cogeremos la carretera general con dirección a Santander y, una vez hayamos llegado al alto, nos desviaremos a la derecha, camino hacia la costa. Desde este excelente emplazamiento se puede ver al este el Cabo de Ajo y al oeste la Bahía de Santander. |