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domingo, 27 de noviembre de 2011

Petrarca poeta Italiano

Don Francisco Petrarca nació en Arezo de Toscana Italia en 1334 y fue una de las principales figuras del renacimiento italiano. Muy estudioso y culto, su fama es debida principalmente a sus poesías, y entre ellas a las Rimas dedicadas a Laura dama real o imaginaria de la cual parecía enamorado. Coronado públicamente . se convirtió en el ídolo del pueblo y de los reyes de aquellos tiempos en que tanto se apreciaba a los sabios.
Los amigos de Petrarca.
Cuéntase que Petrarca (celebérrimo poeta italiano del s. XIV) tenía tal afición a los libros que, ensimismado en su lectura, solía olvidarse de los más elementales deberes que la amistad y la cortesía imponen.
Y como en cierta ocasión sus amigos le advirtieran que, de seguir así por tal camino, se iba a quedar sin amistades, él les contestó serenamente:
"Aunque viva alejado del mundo, siempre tendré amigos cuyo trato es muy amable: amigos de todos los tiempos y países que me ilustran en las artes de la guerra, en los negocios públicos y en las ciencias. Con ellos no tengo que incomodarme para nada y están siempre a mi disposición, pues los mando venir venir y los despido cuando me place.
Lejos de importunarme, responden a mis preguntas. Unos me cuentan los sucesos de siglos pasados; otros me revelan los secretos de la Naturaleza; éste me enseña a morir bien;  aquél me distrae con la ayuda de su ingenio o calma mis enojos con su buen humor y jovialidad. Hay algunos que endurecen mi alma contra los sufrimientos; hay otros que me llevan por sendas de flores, halagado por sus risueñas esperanzas.
En cambio de tantos favores, no piden más que un modesto cuarto, donde se hallen al abrigo del polvo. Cuando salgo de casa me hago acompañar de algunos de ellos por las sendas que recorro, pues la tranquilidad de los campos les gusta más que el bullicio de las ciudades"
¿-Y quién es son esos amigos?
-Esos amigos que también me sirven y tan poco exigen, son los libros de mi biblioteca.
Los buenos libros son un tesoro. "Procurad su compañía y aprended a gustar de sus delicias"

CAMINOS MEDIAVALES EN CANTABRIA

La red de caminos mediavales en Cantabria es herencia de las vías construidas en época romana. Los ejes fundamentales eran los caminos longitudinales que partían de las cuatro Villas  hacia los puertos de montaña, remontando los principales valles fluviales, y la vía transversal paralela a la costa. La conexión con burgos tenía cinco rutas; desde Castro Urdiales por el puerto de Las Muñecas; desde Laredo por el puerto de Los Tornos; desde Santoña por Treto, Ampuero y Ramales a enlazar en Irus con la vía romana Pisoraca* -Flaviobriga; desde Espinosa de los Monteros por el puerto de Lunada a conectar con el camino de la costa en Heras, y desde Santander por el puerto del Escudo a Palencia, podía llegarse desde Suances remontando el curso del Besaya por el camino romano, que pervive en parte, camino este que se bifurca en Aradillos hacia el oeste, pasa por los Tojos, Cabuerniga y Cabezón de la Sal. Y en la zona occidental, dos rutas: una por el puerto de Piedras Luengas  y otra por el valle del Nansa. El eje costero unía las distintas poblaciones marítimas desde Ontón (Castro Urdiales) hasta Estrada (Val de S. Vicente)
De todas ellas solo el camino el camono costero y el camino de Laredo a Burgos por los Tornos aparecen señalados en el repertoriode Juan de Villuga de 1546, que recogía los itinerarios generales en España (18000 km de caminos), hasta entonces desconocidos.
Desde el punto de vista técnico no se trata de caminos construidos que respondan a unos criterios amplios de trazado y firme, sino de sendas térreas mas o menos acondicionadas para el tránsito, que es necesario "adobar" (acondicionar en la capa de superficie) cada cierto tiempo y que no siempre discurrian por el mismo inequivoco lugar

ABORIGENES AUSTRALIANOS

PATAGONIA Y TIERRA DE FUEGO SUR AMÉRICA

INDIGENAS DEL GRAN CHACO SUR AMÉRICA

INDIGENAS NORTE Y CARIBE

INDIGENAS DUR AMÉRICA BOSQUES TRPICALES

INDIGENAS DE SUR AMÉRICA

Hubo una gran sequía. Murieron todas las plantas, pero una flor de qantu se resistía a perecer. De sus pétalos nació un colibrí, que voló a la cumbre del Waitapallana. Suplicó piedad al padre, salvación bajo el arrasante sol. El colibrí murió exhausto y el Waitapallana se apenó tanto que lloró. Sus lágrimas llegaron al lago Wacracocha y despertaron al Amaru que dormía enroscado a lo largo de la cordillera. La serpiente alada, con cabeza de llama y cola de pez, de ojos cristalinos y hocico rojizo, se desperezó y voló eclipsando al sol. Luchó con los guerreros que se alzaron a combatirlo. De su hocico surgió la niebla de los cerros, de su aleteo la lluvia, de su cola el granizo y de sus escamas el arco iris. Así renace la vida. Para los quechuas todo está escrito en las escamas del Amarú. Leyenda quechua

CHEROQUIS TRIBU INDIGENA DE NORTE AMÉRICA

Los chéroqui (en inglés: Chérokee, en cheroqui: ah-ni-yv-wi-ya) son los indígenas de Norteamérica que habitaban el territorio actual de los estados de Alabama, Georgia, Kentucky, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia en el sudeste de los Estados Unidos cuando los europeos contactaron con ellos en el siglo XVI. Con posterioridad, la mayoría de los chéroquis fueron forzados a trasladarse a la Meseta Ozark (Oklahoma). Los chéroquis eran uno de los pueblos que se agrupaban en las “Cinco Tribus Civilizadas”.

Contenido

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LENGUA
El término castellano chéroqui puede deberse en origen al término en lengua chéroqui tsalagi (pronunciado yá-la-gui o chá-la-gui). Éste pudo haber sido adaptado fonéticamente al castellano (o más probablemente a un dialecto barranqueño, ya que Hernando de Soto era extremeño) como chálaque, después al francés como chéraqui, y luego al inglés como chérokee, volviendo de nuevo al castellano como chéroqui.
El término chéroqui tsálagi es fruto del intercambio lingüístico con los choctaw. Procede del vocablo choctaw chálaki, que quiere decir "los que viven en las montañas" o "los que viven en las cuevas". El nombre que los chéroquis usaban originalmente para ellos mismos es ahniyvwiya ("los humanos"); la mayoría de las tribus nativas americanas tienen un nombre para sí mismas que quiere decir aproximadamente esto. Sin embargo, los actuales chéroqui se llaman a sí mismos (tsálagi).
El idioma chéroqui es una lengua iroquesa polisintética y se escribe por medio de un silabario inventado por Sequoyah. Durante años muchos hablantes que empleaban el chéroqui por Internet lo hacían transcribiéndolo al alfabeto latino o usando fuentes incompletas para el silabario. Sin embargo, desde la incorporación del silabario chéroqui a Unicode, la lengua ha experimentado un auge en su empleo en la red, y ya existe una versión de Wikipedia en lengua chéroqui. Actualmente se cree que existió un silabario más antiguo transmitido por los ahnikutani, un clero antiguo de los chéroqui, y que precedió al silabario de Sequoyah, quien pudo haberse inspirado en el mismo para su gran tarea.

HISTORIA
Iniciándose aproximadamente al tiempo que la Guerra de Independencia de Estados Unidos, (a finales del 1700) las violaciones repetidas de los tratados por parte de los colonos blancos empujaron a algunos chéroquis a dejar su nación. Estos recientes disidentes se moverían a través del Río Misisipi a las áreas que más tarde serían los estados de Arkansas y Misuri. Sus asentamientos fueron establecidos sobre St. Francis y White River hacia 1800. Finalmente, debido al gran número de chéroquis en estas áreas, el gobierno estadounidense estableció una reserva localizada en Arkansas, con frontera desde el norte del Río Arkansas hasta la orilla sur del White River. Muchos de estos disidentes se hicieron conocidos, como Chickamauga. Liderados por el Jefe Dragging Canoe, los Chickamauga hicieron alianzas con los Shawnee y atacaron por sorpresa asentamientos de colonos. Otros lídares cheroquis que vivieron en Arkansas fueron The Bowl, Sequoyah, Spring Frog y The Dutch.
A finales de 1820, el Territorio de Arkansas tenía planeado la anexión del suelo chéroqui de Arkansas. Una delegación de los chéroquis de Arkansas se dirigieron a Washington, D.C., y fueron forzados a firmar un tratado de desocupación de la Reserva. Estos tenían dos opciones: cooperar con el gobierno de los Estados Unidos y trasladarse al Territorio Indio (posteriormente Oklahoma), o desafiar al gobierno estadounidense, rechazando el área de la Reserva de Arkansas. Alrededor de 1828, la tribu se divide, unos yendo al Territorio Indio y otros desobedecen al gobierno, quedándose en la Reserva de Arkansas. Los que se quedaron en la Reserva han presionado al Gobierno desde principios del 1900 para ser considerados una tribu federal Chéroqui. El Gobierno estadounidense ha ignorado su solicitud.
Una vez que los chéroquis alcanzaron el Territorio Indio (ahora Oklahoma), la tensión subió y la suspensión de la Deuda de Sangre Chéroqui fue ignorada. El 22 de junio de 1839, después del aplazamiento de una asamblea tribal, algunos destacados firmantes del Treaty of New Echota fueron asesinados, incluyendo al redactor de la Deuda de Sangre, el comandante Ridge, con John Ridge y Elias Boudinot. Esto provocó 15 años de guerra civil entre chéroquis. Uno de los insignes supervivientes fue Stand Watie, el cual llegó a ser general confederado durante la Guerra de Secesión. Los chéroquis fueron una de las “Cinco Tribus Civilizadas”, que ultimó tratados y fueron reconocidos por los Estados Confederados de América.
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En 1848, un grupo de chéroquis partió en una expedición hacia California buscando tierras para nuevos asentamientos. La expedición siguió el Río Arkansas contra corriente a las Montañas Rocosas en el Colorado actual, luego siguieron por la base de las montañas hacia el norte en el Wyoming actual, antes de dar la vuelta hacia el oeste. La ruta se conoció como la Senda Chéroqui. El grupo, que emprendió la prospección de oro en California, regresó de nuevo por la misma ruta al año siguiente, advirtiendo sedimentos de oro en los subafluentes de South Platte. El hallazgo pasó inadvertido durante una década, pero con el tiempo llegó a ser uno de los principales recursos en la Fiebre del oro de Colorado de 1859.
Otros chéroquis en la zona occidental de Carolina del Norte sirvieron como parte de la Thomas' Legion, una unidad de aproximadamente 1.100 hombres, tanto chéroquis como de origen blanco, luchando principalmente en Virginia, donde su historial combatiendo era excepcional. La Thomas' Legion fue la última de las unidades Confederadas en rendirse en Carolina del Norte, en Waynesville, el 9 de mayo de 1865.
El Dawes Act de 1887 anuló los asentamientos agrícolas de sus tierras. Bajo la Curtis Act de 1898, tribunales y sistemas gubernamentales chéroquis fueron suprimidos por el gobierno federal estadounidense. Estas y otras acciones fueron ideadas para acabar con la soberanía tribal y preparar el terreno para la incorporación de Oklahoma como estado en 1907. El gobierno Federal designó a jefes de la Nación Chéroqui, a menudo con el tiempo justo para firmar solamente los tratados. Sin embargo, la Nación Cheroqui reconoció la necesidad de liderazgo y una convención general fue convocada en 1938 para elegir a un Jefe. Ellos escogerían a J. B. Milam como líder principal, y como gesto de buena voluntad Franklin Delano Roosevelt confirmó la elección en 1941.
W. W. Keeler fue designado jefe en 1949, pero como el Gobierno Federal adoptó la política de autodeterminación, la Nación Chéroqui fue capaz de reconstruir su gobierno y W. W. Keeler fue elegido jefe por el pueblo, por medio de un Acto del Congreso firmado por el Presidente Nixon. Keeler, quien era también el Presidente de Phillips Petroleum fue sucedido por Ross Swimmer, Wilma Mankiller, Joe Byrd y Chad Smith que es actualmente el jefe de la Nación (2005).
La United Keetoowah tomó un camino diferente de la Nación Chéroqui y recibió el reconocimiento federal después del Indian Reorganization Act de 1934. Estos descienden de los "Viejos Colonos", chéroquis que partieron del oeste antes de la escisión. Los chéroqui de ascendencia japonesa son resultado de los matrimonios entre estos dos grupos en California.


INDIGENAS DE HONDURAS

Los grupos étnicos en Honduras son los grupos indígenas que habitan el territorio hondureño desde que se formó la república de Honduras, si bien algunos ya han dejado de existir. Entre ellos se destacan los siguientes: Lencas, Chortís, Garífunas, Isleños, zumos]], Tolupanes o Xicaques, Pech o Payas y los Misquitos.
Honduras adapta lenta -pero paulatinamente- su normativa[1] acorde a la diversidad étnica y lingüística del país. Temprana mente, ya en 1895, el Tratado de Paz y Amistad entre el Reino de España y la joven República de Honduras reconocía indirectamente la existencia de una realidad plural al establecer en su artículo 4°: “Queda además convenido que los Gobiernos respectivos no podrán exigirse recíprocamente responsabilidad por los daños, vejamenes ó exacciones que los naturales de una de las dos Naciones sufrieren en el territorio de la otra por parte de [...] las tribus sustraídas á la obediencia del Gobierno […]”.[2]

Lencas

[editar] Lengua

Su lengua, el lenca, se considera una lengua extinta.

[editar] Chortís

Ya se encontraban antes de la llegada de los Españoles. Culturalmente y lingüísticamente, emparentados con los chontales de Tabasco y con los choles de Chiapas son considerados los descendientes directos de los mayas y primos del grupo étnico identificado como choles que habitan en Chiapas, México, Colombia

[editar] Ubicación

Ocupaban el ángulo suroeste del actual territorio de Honduras, actualmente ocupan el departamento de Copán y Ocotepeque en el occidente del país.

[editar] Costumbres

El campesino con tradición chorti esta estrechamente unido a su familia, a la tierra y a la vecindad que ha vivido siempre a partir del cultivo del maíz, que es la base de su alimentación hasta fecha reciente.

[editar] Lengua

Son de familia mayense y de lengua chol. Han perdido la lengua chol y han adoptado la lengua Española.

[editar] Véase también

Los chortis ya se encontraban en Honduras antes de la llegada de los Españoles, rama lingüística es chol y son de familia mayense.actualmente se encuentran en el departamento de Copán.El campesino chorti esta estrechamente unido a su familia,a la tierra y a la vecindad en que ha vivido siempre por lo cual se les considera como a la mayoría de los grupos étnicos en Honduras patrilocales y patrilineales. LA palabra original es maya-chortì

[editar] Garífunas

[editar] Historia y origen

Son el resultado de la mezcla de esclavos africanos (que naufragaron en dos buques en 1655 y otro que naufragó en 1675) con los indios caribes (los amerindios, quienes tenían diversas lenguas llamadas lenguas caribes), así se originaron los caribes negros quienes dominaron la isla de San Vicente hasta 1797, cuando fueron expulsados por los ingleses hacia Roatán y Trujillo.

[editar] Costumbres

  • El baile de la punta y paranda
  • Su sistema filosófico y religioso la mantienen
  • Sus comidas y bebidas
  • Sus rituales

[editar] Véase también

[editar] Isleños

[editar] Historia y Origen

Islas de la Bahía sobretodo en sus islas menores como Utila,Guanaja y sus islas menores Morat, Barbareta y Elena Y están ubicados en la costas de Honduras

[editar] Ubicación

islas de la bahia
=== Costumbres - 1-bailes exoticos 2- comidas tipicas

[editar] Lengua

Su lengua es el Ingles Criollo. Traido desde Inglaterra e Irlanda cuando los piratas llegaron a poseer estas tierras después de la llegada de Cristobal Colon en 1502.

[editar] Véase también

[editar] Tawahkas o Sumos

[editar] Ubicación

Los tawahkas o sumos, como también se les denomina, son uno de los grupos indígenas que habitan en las riberas del río Patuca, en el departamento de Gracias a Dios y parte del departamento de Olancho en Honduras y en la Costa Atlántica de Nicaragua. La región que comprende el departamento de Gracias a Dios se conoce como La Mosquitia.
Tierra adentro de la costa de La Mosquitia viven los tawahkas. La mayoría de ellos reside en la aldea de Krausirpe, ubicada en la margen derecha del Patuca (viniendo río arriba desde Wampusirpe) y en la desembocadura del río Wampú. La única vía de comunicación de esta comunidad es el río Patuca.
En la parte de Honduras, existen de 800 a 1,000 tawahkas, aunque es imposible precisar un número exacto, pues desde 1974 no se han efectuado censos poblacionales sobre las comunidades indígenas del país. Los datos que presentamos son aproximados. En total, estimamos que su número (los de Nicaragua y Honduras juntos) es de 14,000, aproximadamente. Sin embargo, las siete comunidades que constituyen este grupo en Honduras: Krausirpe, Krautara, Dimikian, Yapuwas, Kamakasna, Wasparasni y Santa Marta, albergan 704 personas, distribuidas de la siguiente manera:
Pueblo No. de Casas Población
Krausirpe 58 390
Krautara 10 110
Dimikian 4 40
Yapuwas 6 32
Kamakasna 5 57
Wasparasni 2 10
Santa Marta 8 65 _________________________ Total 93 704
Krausirpi y Krautara son las aldeas Tawahkas más grandes localizadas sobre los márgenes del río Patuca. Aunque los Tawahkas habitan esta zona desde hace ya varios siglos, Krausirpi, la principal aldea Tawahka, fue fundada en 1938 por el último cacique Tawahka (Claudio Cardona).
Hasta 1948, el principal asentamiento Tawahka era Yapuwas, caserío que abandonaron debido a una peste que azotó y diezmó la población sumado a las presiones ejercidas por las autoridades del Departamento de Olancho. Se cree que el éxodo de los Tawahkas radicados actualmente en Krausirpi lo iniciaron, en forma paulatina, tres familias. La peste que azotó Yapuwas, según los relatos Tawahkas, era un extraño mal que mataba de tres a cuatro nativos diariamente, salvándose aquellas personas que abandonaron el lugar.
Alimentacion

[editar] Costumbres

Entre las costumbres que practican los Tawahkas esta la llamada Mano Vuelta que consiste en ayudarse mutuamente en la siembra y recolección de los productos.
La situación de la salud es crítica. Esta es otra de las causas por las cuales este grupo es cada vez más reducido.No existen centros médicos que atiendan las necesidades minimas de salud en esas comunidades.
Un 98% de los Tawahkas son católicos. El cacao, la madera y la extracción de oro son fuentes principales de ingresos.

[editar] Lengua

Según estudios consultados, la lengua Tawahka y la Misquita son bastante semejantes en su estructura morfológica y sintáctica, aunque no tienen mucho léxico en común. Ambas lenguas pertenecen al grupo macro-chibcha, grupo lingüístico de origen sudamericano. Se supone que en fechas muy lejanas los antepasados de los Tawahkas, Misquitos y los Ramas (otro grupo emparentado), emigraron desde lo que hoy es Colombia pasando por el istmo de Panamá. Los Tawahkas llaman a su lengua twanka, que muestra una similitud con la denominación que, a principios del siglo XVII los españoles dieron a los indios de la zona del Guayape-Guayambre: Tahuajcas. La lengua materna de este pueblo es el Tawahka, pero también hablan Miquito y el español, aunque aun tienen cierta dificultad para hablar español.

[editar] Tolpan o Xicaques

[editar] Origen e Historia

[editar] Ubicación

Los Tolpan están ubicados en el departamento de Yoro específicamente en la Montaña de la Flor y una parte del departamento de Francisco Morazán.

[editar] Costumbres

Sus costumbres mas que todo son cazar y pescar

[editar] Lengua

la lengua que hablaban los toTupanes durante el siglo 18 era el Hokan Siux. Ahora se le conoce como Tol

[editar] Véase también

Durante el siglo XVI, el término Jicaque (a veces escrito Xicaque o Hicaque) parece haber sido utilizado por los mexicanos para designar a los habitantes originales no-mexicanos de Honduras, luego fue aplicado más ampliamente a cualquier grupo no-converso u hostil de la zona hacia el sur, hasta Nicaragua y Costa Rica. A pesar de la confusión en el uso de los términos Xicaque y Jicaque, Greenberg y Swadesh han identificado el Jicaque como una lengua distinta perteneciente al tronco lingüístico Hokan-Sioux. El término Jicaque o Xicaque, como en la actualidad se determina este grupo, tiene también denominaciones como la de "tol", tolupán, torrupán. Actualmente en Honduras se usa el termino tolupán, para definir a este grupo étnico.
Si retrocedemos en el tiempo, encontramos que este grupo tenía como frontera el Valle de Sula. Evidencias lingüísticas del siglo XVI, muestran que el Valle de Sula era punto de reunión entre los mayas y tolupanes, cuya cultura era menos compleja que la de los mesoamericanos (los mayas) y típico de los pueblos centroamericanos (todos los que no eran mayas).
La ubicación de los tolupanes en el inicio de la colonización española esta sujeta a discusión. Los cálculos más conservadores los ubican desde la desembocadura del río Ulúa hasta las inmediaciones de Trujillo, haciendo de frontera hacia el interior del país (aproximadamente) lo que hoy son los limites norteños de los departamentos de Comayagua, Francisco Morazán y Olancho. Por los rasgos históricos y etnográficos disponibles, se deduce que los tolupanes durante la época prehispánica, constituían un grupo cazador-recolector que se dispersaba por una amplia región y que su re-plegamiento hacia las zonas más abruptas del interior de la plataforma del Caribe de Honduras se debe a la captura y explotación de que fueron objeto por parte de los conquistadores.
Mientras cultural mente, los tolupanes se parecían a los sumos, payas y misquitos, diferían de ellos lingüísticamente... Chapman, citando al lingüista Bright, asegura que representan uno de los mayores enclaves sureños del tronco Hokan. Los antropólogos y lingüistas que han estudiado la lengua, torrupán, entre ellos la antropóloga Chapman, le calculan 5000 años de antigüedad. Ellos relacionan la lengua tolupán (torrupán) con la familia norteamericana Hokon-Sioux. Sin embargo, la discusión sobre el origen de esta lengua no parece estar cerrada. Por otra parte, se han entablado polémicas sobre el origen de los tolpan y, tomando en consideración sus rasgos lingüísticos, los sitúan emparentados con la familia Chibcha-Penutia, de origen sudamericano; o simplemente afirman que se trata de una lengua independiente y aislada. De lo que no cabe duda, a partir del dato lingüístico, es que nos encontramos con un grupo indígena antiguo, muy anterior a la civilización maya que supo, en medio de las transformaciones culturales del entorno mantener cierta identidad hasta épocas recientes.
En medio de todo este panorama histórico etnográfico, lo que podemos decir es que los tolupanes padecieron de un modo especial las primeras etapas de la conquista españoles caracterizada en Honduras por un fuerte tráfico de esclavos hacia las islas mayores del Caribe y por el trabajo forzado. La persecución que se desató contra ellos durante la colonización los obligó a refugiarse en las selvas y montañas de la región centro-norte del país, manteniéndose dispersos y alejados del resto de la sociedad, lo que hizo que los tolupanes se convirtieran en casi nómadas y no lograran desarrollar una arquitectura propia. A través del tiempo han tenido que adaptarse a lo que las circunstancias les han presentado. Originalmente vivieron a la orilla del mar, a la orilla de ríos, luego huyeron tierra adentro y, por último, emigraron a las montañas.
Población actual y localización Los tolpan están constituidos en 28 tribus distribuidas en seis municipios del departamento de Yoro, más dos tribus emigradas el siglo antepasado a la Montaña de la Flor, municipio de Orica, Francisco Morazán.
Por la ubicación de las tribus en territorios de difícil acceso, en algunos casos, es imposible precisar la información. En un principio se conocían 21 tribus pero, a partir de la segunda mitad de la década de los ochenta, la FETRIXY (Federación de Tribus Xicaques de Yoro) comenzó a realizar un reconocimiento en la zona, ya que se constato la existencia de un buen número de pequeños grupos tribales que se separaron de las tribus reconocidas, por distintas razones, y formaron grupos aislados en las montañas. Por el contacto con los españoles y por el continuo contacto con los ladinos, los tolupanes han perdido aceleradamente muchos valores y costumbres ancestrales, proceso que ha afectado, especialmente, su lengua materna (el tol).
En el departamento de Yoro se localizan las tribus de: Plan Grande, Anisillos, Matadero, Santa Marta, Subirana, El Tablón, El Pate, El Palmar, Lagunitas, La Pintada, Luquigüe, Mina Honda, San Esteban, Candelaria, Las Vegas, Agua Caliente, Zapotal, San Francisco de Locomapa, El Siriano, Jimía, La Bolsita, Guajiniquil, Santa Rosita y Placencia; tres tribus en la Montaña de La Flor y una en el municipio de Marale, Departamento Francisco Morazán.
La población tolupán la establecemos aproximadamente, en unos 19300 individuos, de los que sólo los que habitan en la Montaña de La Flor conservan su lengua materna. Es necesario señalar que la cultura tolupán es similar a la de los tawahkas, misquitos y pech, por ser una "cultura de la selva tropical" cuyas características según A.Chapman, son: asentamientos semi-permanentes, casas multifamiliares, agricultura rudimentaria, caza (con arco, cerbatana) y pesca. Cestería, poca alfarería y calabazas. Ropa de corteza (en la actualidad, la vestimenta se ha latinizado), sociedad igualitaria gobernada por caciques (ahora regida por asambleas de ancianos y samanes). Utilización de bebidas (chicha) en bodas y funerales. Dispersos en el interior de las montañas, los caseríos son pequeños y casi todos sus habitantes son familiares.
Aspecto Cultural Las manifestaciones culturales cosmogónicas han desaparecido, salvo en la tribu de la Montaña de La Flor. Hay ausencia casi absoluta de manifestaciones artísticas.
La lengua tol se encuentra en estado de supervivencia; la hablan en forma aislada sólo una porción de las personas adultas, sólo en cuatro de las tribus mencionadas se encuentran todavía personas que la hablan. En muchas otras tribus se perdió desde la generación pasada o la antepasada, encontrándose algunos ancianos que recuerdan ciertas palabras que intercambiaban con sus madres.
Dando una cifra aproximada, podríamos decir que el tol lo hablan unas 700 personas; el mayor número de hablantes está en la tribu de la Montaña de La Flor, con unas 410 personas; el resto, esta disperso, en las demás tribus, donde lo hablan solamente las personas de edad avanzada.
La mayoría de la población india no habla su lengua. Las presiones discriminatorias ejercidas por los ladinos mediante burlas, imprecaciones y recriminaciones contra los torrupanes por la forma en que hablan el español, ha hecho que los indios se preocupen más por mejorar el español, que trasmitir su lengua a las nuevas generaciones.
Las prácticas culturales, ceremonias y ritos de transición (nacimiento, adolescencia, muerte) han desaparecido. Los tolupanes de la Montaña de la Flor tienen la costumbre de velar a sus muertos en la cocina durante 24 horas, los tolupanes comen su alimento diario y beben café. No utilizan cajas para el entierro, el cadáver es envuelto en las mantas que ocupaba para dormir y así es enterrado. Sus pocas pertenencias son depositadas en la fosa. A diferencia de los ladinos, los tolupanes de la Montaña de La Flor no lloran a sus muertos durante la velación, nadie hace comentario alguno; simplemente reflexionan sobre lo que fue el difunto en vida.
La ropa que en la actualidad usan, la obtienen a través del comercio con los ladinos y solo en la Montaña de La Flor, se encuentran tolupanes que aún usan su traje tradicional llamado "balandrán". A pesar de sufrir una sustancial modificación de muchos elementos culturales y sociales, los tolupanes tienen conciencia de su pasado y paulatinamente, se integran al proceso de desarrollo nacional.
Su economía es de subsistencia, combinada con los estratos dominantes al interior de las tribus: los indios ricos y pequeños productores (economía mercantil simple). La economía tolupán vive un largo proceso de transición entre lo tradicional y lo moderno.
Aspecto religioso Los tolupanes no son extremadamente religiosos, tal vez porque lo han olvidado por falta de practica o, simplemente, como una reacción a su situación de sometimiento durante 500 años. Además que los españoles no le dieron mucha importancia a la evangelización de estos "indios salvajes". En la actualidad prácticamente han olvidado su religión ancestral. A excepción de los tolupanes de la Montaña de La Flor donde todavía persisten muchas de las creencias ancestrales y juegan un papel importante en su cosmovisión, pero por la presencia de misioneros evangeliza dores en la zona, ellos temen hablar de sus creencias.
Estructura organizativa La familia no difiere aparentemente, de las familias ladinas del sector. Se encuentran sin embargo, en algunas tribus, ciertos rasgos que pueden sugerir características familiares ancestrales: la presencia durante el parte, remite a una figura paterna reforzada con aspectos ceremoniales. La tendencia a construir la casa cerca de la de los parientes más próximos recuerda sistemas de familia ampliada que, sin duda fueron mucho más evidentes en las antiguas culturas cazadoras de la época precolombina. Pese al fuerte proceso de latinización, en la actualidad los tolupanes son el grupo étnico mejor organizado dentro del contexto nacional. Están organizados en tribus y éstas a su vez pueden abarcar un número diverso de caseríos y aldeas. También hay tribus de un solo caserío.
Entre los tolupanes, el tipo de tenencia de la tierra es muy particular, dado que nadie la posee a titulo individual. Cada indígena tiene derecho a cercar su parcela y trabajarla; aunque no puede venderla, puede cercar la extensión que es capaz de trabajar, variando de 2-3 manzanas. Esta característica de la tenencia de la tierra esta vigente a pesar de que algunos caciques y cafetaleros se han agenciado más, despojando a muchas tribus de sus tierras.
Aspecto socioeconómico Los tolupanes producen especialmente, granos básicos (maíz, fréjoles, café) y explotan secundariamente recursos naturales silvestres con raíces y madera. La organización del trabajo es fundamentalmente individual. En ninguna tribu existe el cultivo comunal. Si bien la agricultura es de subsistencia, hay casos de indígenas que comercializan alguna cantidad de café, negocio típicamente ladino, cultivos de fréjoles, maíz y casos aislados de venta de frutas, de verdura y yuca.
Los tolupanes pueden contarse entre los indígenas que han desarrollado un amplio conocimiento en cuanto al manejo de las abejas productoras de miel. Son especialistas en detectarlas y domesticarlas, cuando están en la montaña. Esta labor se inicia con el traslado de las larvas o huevos de la colmena silvestre a un trozo ahuecado y sellado en sus extremos, dejando únicamente el grupo de entrada y salida de las abejas. Se deja por unos días próximos al lugar de donde se extrajo y luego se traslada al patio de las viviendas.

[editar] Pech

[editar] Origen e Historia

Contexto histórico etnográfico: ubicación geográfica y número poblacional
Los pech se encuentran localizados en los departamentos de Olancho, Colón y Gracias a Dios. Ocupaban la región central de La Mosquitia hondureña y el no reste del departamento de Olancho, la región situada entre los 83.10 y 86 grados de longitud oeste del meridiano de Greenwich.
El territorio pech es muy desigual y montañoso. Es cruzado por varias de las importantes serranías que son ramales de la sierra de Agalta, con orientación de suroeste a noreste, entre el departamento de Olancho y Colón, e incluye las montañas de El Boquerón, separadas por el Valle del río Telica y las montañas de El Carbón, las de los ríos Sico y Paulaya, separando los municipios de San Esteban y Culmí, que dan origen a los ríos Wampú y Paulaya, así como a los afluentes del río Sico.
Se han realizado pocos estudios sobre este pueblo indígena. En la época precolombina, vivían en la parte central de La Mosquitia hondureña y en el noroeste del departamento de Olancho y, hasta la última mitad del siglo XVII, ocupaban toda la comarca entre los ríos Aguán, Patuca y el mar; eran además, dueños del litoral de la región de Caratasca hasta el cabo de Gracias a Dios, frontera con Nicaragua.
A mediados del siglo pasado, los pech se encontraban diseminados en el departamento de Olancho, en los poblados de Dulce Nombre de Culmí, El Carbón, El Pajal, Pukira, en el curso superior del río Wampú, la parte alta del río Aguán y los bajos del río Patuca. Algunos se habían desplegado hacia el departamento de Colón y Gracias a Dios, es decir, toda la comarca entre los ríos Aguán y Patuca.
En la biosfera del río Plátano, sección correspondiente al departamento de Gracias a Dios, existen pequeñas comunidades pech y asentamientos dispersos a lo largo de la mitad del río, entre Las Marías y Waiknatara. En la comunidad de Las Marías, donde son una minoría, se han mezclado con los misquitos y garífunas, pero los más viejos conservan parte de sus costumbres y hablan su lengua; los contactos más recientes con la economía costera, dominada por los misquitos, ha traído como consecuencia que la mayoría de ellos hablen misquito y estén perdiendo la lengua materna. Los niños, por ejemplo, aprenden español en la escuela de Las Marías, hablan misquito con sus compañeros, pero aunque comprenden pech, no lo hablan.

[editar] Lengua

Ellos se auto denominan "Pech" que significa "Gente", término que es usado para referirse solamente a ellos; para el resto de la población utilizan los términos pech-akuá (la otra gente) o bulá que quiere decir ladino. Lehmann y Greenberg consideran que la lengua pech deviene del Chibcha, aunque algunos otros lingüistas la consideran como una legua aislada. La palabra real es PESH no PECH

[editar] Véase también

[editar] Miskitos

Artículo principal: Miskito
Mezcla de indígenas sumos con los afro americanos que naufragaron en los cayos cochinos.

INDIGENAS DE PARAGUAY

La población del Paraguay es heterogénea: indígenas de ascendencia guaraní, mestizos y criollos en su mayor parte de ascendencia española, con una pequeña porción de inmigrantes portugueses, italianos y menonitas. De acuerdo al censo indígena 2002 existen 496 comunidades o aldeas habitadas por 19 pueblos indígenas distribuidas por trece departamentos y la capital del país, con un total de 84.061 personas.
Los 19 pueblos indígenas reconocidos se agrupan en 5 familias lingüísticas:[1] (entre paréntesis datos del censo 1995[2] )

A la llegada de los españoles la región en donde se halla actualmente Asunción, la capital del Paraguay, y sus vecindades estaba habitada por carios y demás etnias consanguíneas como los itatines - guarambarenses y paranaenses. Más al norte se encontraban otras familias guaraníes denominados chiriguanos. Eran pueblos seminómadas repartidos en forma desigual por el extenso territorio. Estos serían esencialmente los antecesores de grupos familiares conocidos por los etnólogos contemporáneos con diferente nomenclatura:
  • Paî taviterâ
  • Avá
  • Mbyá
  • Aché
  • Guaraní ñandeva
Su cultura es considerada neolítica. Practicaban una agricultura rudimentaria, eran mayoritariamente cazadores y recolectores; vivían períodos de abundancia en los tiempos en que maduraban los frutos silvestres, haciendo provecho de todo lo que la naturaleza les proveía.
La convivencia hispano-guaraní respondió a un mecanismo de mutuo provecho. Los carios, ubicados sobre el río Paraguay y próximos a la taba del cacique Cara Cará, vivían amenazados por el permanente asedio de sus enemigos naturales, los guaicurúes y payaguás de allende el río que asolaban sus ranchos apropiándose de sus alimentos y de sus mujeres. El apoyo militar de los españoles fue oportuno e imprescindible para combatirlos. A su vez, los europeos debieron echar mano del trabajo del guaraní, para hallar los medios de subsistencia en los que el aporte de la mujer indígena fue esencial. Esa colaboración, forzada o voluntaria, fue fundamental: ella procreaba y cuidaba los hijos del señor español, confeccionaba su vestimenta hilando el algodón, proveía los alimentos primarios y prestaba todo tipo de servicios personales. Este, por su parte debió adaptarse a la vida indígena, adoptando su idioma, sus comidas y sus hábitos naturales.
La sociedad mestiza ya estabilizada, se organizó sobre las bases de una economía de consumo, fundamentada por entero en el trabajo del indígena.
En el corto plazo de diez lustros, el Paraguay se halló convertido en una región con elevado índice de población mestiza. El producto de esa simbiosis, el mancebo guaraní, exhibía en su apariencia y carácter los rasgos de su génesis materna, a los que se agregaban las señales sanguíneas distintivas aportadas por los hombres españoles, provenientes de diversas regiones de la península Ibérica: vascos, extremeños, andaluces, castellanos o gallegos.
El escaso número de conquistadores fue absorbido por el poderoso torrente indígena prevaleciendo así las costumbres, la alimentación, y muy especialmente el lenguaje guaraní, cuya supervivencia se registra como caso único de bilingüismo en las posesiones coloniales españolas de América.
Si bien el idioma nativo, que se conocía como lengua general, era predominante en toda el área de influencia tupí guaraní, es el Paraguay, el único país donde su pueblo lo mantiene vigente como instrumento vivo de comunicación.

[editar] Tribus no sometidas por los españoles

Niña avá guaraní.
En la región oriental:
  • Monteses o caiguás según la nomenclatura clásica provincial
En la ribera occidental del río Paraguay:
  • Guaicurús - payaguás y agaces - mbayás que migraron en tiempos coloniales más al norte del territorio del actual Chaco paraguayo. Eran cazadores y depredadores, de cultura paleolítica. Eran nómadas y afectos a la violencia. Por más de doscientos años estas tribus resistieron con encono al sometimiento y a la evangelización. Guerreaban tanto a españoles como a portugueses, pirateando sus expediciones para secuestrar sus caballos y sus armas.
  • Los payaguás, dueños de los ríos, eran temerarios y proverbiales remadores. Con sus ligeras canoas mantuvieron en permanente zozobra a los que se aventuraban a navegar sus aguas.
Los guaycurúes, una vez que conocieron el valor del caballo como elemento de guerra, se constituyeron en una pesadilla constante para los conquistadores, en sus rápidos e impredecibles desplazamientos por las costas chaqueñas del río Paraguay.
Ambas tribus prefirieron sufrir la extinción progresiva a renunciar a sus hábitos naturales. guaicurúes y payaguás deben ser considerados como verdaderos baluartes de la resistencia aborigen al haber enfrentado tenazmente a conquistadores y padres doctrineros.
Se creía que aproximadamente desde los años 1950, no existian grupos indígenas que no se hubiesen incorporado al sistema de convivencia paraguayo, pero aproximadamente en marzo de 2004, se tubo contacto con un grupo de ayoreo-totobiegosode selvícolas[5] [6] [7] en el noroeste del Chaco Paraguayo, que migraban por la escases de alimetos, descubriense de esta forma que aun existen "tribus paraguayas", que persisten completamente aisladas del contacto con el mundo, inclusive de otras tribus de la misma familia lingüística.

POLIENTES CANTABRIA ESPAÑA

Polientes

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Polientes es la capital del municipio de Valderredible. Está situada a 112 kilómetros de Santander, y tiene una altitud de 715 msnm. En el año 2008, Polientes contaba con una población de 205 habitantes (INE). Posee numerosas instalaciones de hostelería así como de hospedaje.
Destaca del lugar, el Centro de Educación Ambiental (gestionado por Caja Cantabria) que desde 1992 lleva recibiendo a escolares para fomentar el contacto directo de los niños con el entorno natural, realizar actividades tanto deportivas como de convivencia y de respeto al medio ambiente.

[editar] Geografía

[editar] Clima

El clima de Valderredible es Mediterráneo continentalizado. La estación estival es la más seca y se superan con gran frecuencia los 30°C, alcanzándose esporádicamente más de 35°C, si bien las noches son muy frescas. Sin embargo, en invierno es frecuente que las temperaturas bajen de los 0°C, produciéndose numerosas heladas en las noches despejadas de nubes y nevadas esporádicas. En Polientes, se han llegado a alcanzar los -25,0°C el 4 de enero de 1971, que es una de las temperaturas más bajas registradas en España. Destaca también el gran número de días de niebla al cabo del año.

AMPUERO CANTABRIA ESPAÑA

El municipio de Ampuero se encuentra situado en la comarca del Asón, a 55 Km. de Santander y muy cerca de otras localidades de interés como Laredo, Ramales de la Victoria y los valles de Ruesga o Soba. En Septiembre se celebra la Virgen Niña, con encierros taurinos y el día 15 de Septiembre La Bien Aparecida, ambas son fiestas de interés turístico regional.
De Interés:



Ampuero es la capital del municipio de su mismo nombre, lugar de hermosas casas del siglo XIX y villa atravesada por numerosos puentes. Su nombre pro- viene de "Emporium" porque al parecer existía un importante mercado en esta villa. Actualmente, Ampuero es famosa por sus encierros, los pequeños San Fermines, que se celebran durante las fiestas de la Virgen Niña ( 7 - 9 de Sep- tiembre ) y que son Fiesta de Interés Turístico regional. Ampuero, situado al margen del río Asón, es un típico pue- blo montañés con balconadas corridas, galerías acristaladas y miradores en las estrechas calles. 
Plaza de Ampuero
Calle principal de Ampuero
Iglesia de Santa María
La Iglesia de Santa María co- menzó a edificarse a finales del siglo XV en estilo gótico, como muestra su ábside poligonal y sus tres naves, respondiendo al modelo de "planta de salón", que se extendería por todo Trasmiera, País Vasco y La Rioja. La construcción se ex- tendió a lo largo del siglo XVI. La fachada es barroca, del siglo XVII y en el interior se observa la lauda sepulcral del fundador Sancho Espina y un buen conjunto de retablos.
Torre Palacio de Espina
Destaca la torre - palacio de Espina en la Bárcena, un barrio que se encuentra a las afueras de Ampuero. Es fácil de encontrar por la espectacular portalada que presenta. En ella figuran en las enjuntas del arco dos grandes "hombrones" portadores de porras y vestidos a la romana.

La portalada oculta detrás la torre de Espina Velasco, de cuatro pisos, con muros muy macizos. De esta casa fue un excéntrico personaje del siglo XVIII, don Juan de Espina, con fama de hechicero, y que en realidad no era más que un entusiasta coleccionista de todas las cosas notables y curiosas: Cuadros, libros, artificios mecánicos, pájaros... y del que Cossío hace un detallado retrato.
Portalada de la casa de Espina Velasco
No muy lejos de Ampuero, en el barrio de Cerbiago encontramos escudos blasonados en algunas casonas notables. Asimismo, podemos destacar la iglesia parroquial de Cerbiago, de siglo XVII y con retablos del XVIII. Completa el recorrido de los barrios y pueblos cercanos a Ampuero la ermita de San Pedruco, en Rascón.
Iglesia de Cerbiago Escudo en Cerbiago Ermita de San Pedruco en Rascón


En el pueblo de Hoz de Marrón, está el santuario de la Bien Aparecida, patrona de Cantabria, que es tradición se apareció a unos niños pastores en agosto de 1605. El día 15 de Septiembre se celebra la fiesta de la Bien Aparecida, que atrae multitud de peregrinos de Cantabria y el resto de España.
Es tradicional subir hasta el Santuario a pie, recorriendo los 15 pasos que representan la Pasión de Cristo a lo largo de casi 5 kilómetros de ascenso. Ya en el Santuario, se celebra la misa y la tradicional romería. Además se ubica un importante mercadillo, todo lo cual ha sido declarado Fiesta de Interés Turístico Regional.
En cuanto al Santuario, la portada es sencilla y la espadaña lleva pináculos y tres troneras. La planta de la iglesia es de una sola nave, crucero y bóvedas de nervios. En el interior destaca la valiosa colección de retablos mayor y colaterales del siglo XVIII, considerados como los mejores de la tipología churrigueresca en Cantabria.
Santuario de Nuestra Señora de la Bien Aparecida

Imagen de la Bien Aparecida
La imagen de La Bien Aparecida, situada en el retablo mayor, es obra gótica del siglo XV. Es una talla extraordinariamente pequeña de la Virgen con el Niño en brazos. En la imagen de la izquierda está vestida con su rico camarín mientras que en la derecha nos permite contemplar lo humilde de su talla.

La tradición cuenta que la Virgen se apareció a unos pastorcillos en 1605 en la ventana de la ermita de San Marcos. 
Este fue el lugar en el que se construyó un santuario barroco terminado en 1722 con las aportaciones de los indianos. A principios de siglo, Nuestra Señora de la Bien Aparecida es proclamada patrona de Cantabria. Hoy es uno de los lugares más emblemáticos y conocidos de la región.
Imagen de la Bien Aparecida

Casa Palacio de Escajadillo
Muy cerca del Santuario, se encuentra el pueblo de Hoz de Marrón, que tuvo fuerte disputa con Ampuero por la imagen de la Bien Aparecida. Los Ampuerenses acusaron a los habitantes de Hoz de Marrón de haberles robado la imagen de la Virgen. Ellos respondieron que la suya era "aparecida y Bien Aparecida".
En este pueblo se encuentra la casa-palacio de Escajadillo, del siglo XVIII, en la que destaca la torre de cuatro pisos. Presenta un hermoso escudo en el frontal, sobre una amplia balconada. Son las armas de Escajadillo, que se distinguen por un león rampante contornado. En 1752 vivía en Hoz de Marrón don José de Escajadillo que poseía varias casas en los barrios de Laiseca, Hoz, Llanillo... pese a lo cual la casa-torre que se encuentra en esta localidad era su vivienda principal.

En cuanto a la iglesia parroquial de Hoz de Marrón, está dedicada a San Pedro y a Santa María del Mar. Fue construida en el siglo XVI con interesante retablo plateresco de dos cuerpos y tres calles de mediados del mismo siglo. Relieves muy populares pero expresivos alusivos a la Anunciación, Natividad y Pasión de Cristo.


En Ampuero encontramos un desvío que nos lleva hasta la cercana localidad de Udalla, digna de visitarse tan solo para contemplar la original iglesia de Santa Marina, la más antigua del municipio.

Consta de dos naves y dos ábsides semicirculares de tradición románica al exterior, caso prácticamente único en toda España. El interior, sin embargo, es ya gótico con bóvedas de crucería de cuatro y seis plementos que apoyan en cuatro pilares cilíndricos que, a su vez, separan las dos naves.
Los capiteles seguidos de estos pilares llevan cabezas, pájaros, rostros monstruosos, etc...
Iglesia de Santa Marina de Udalla
Interior de la iglesia
La rareza de la iglesia se aumenta aún con la disposición del ábside del evangelio, al exterior, con gran óculo que apoya sobre ventana alargada con mainel.

Es muy posible que la construcción de la iglesia de Santa Marina se iniciase en el siglo XIII con recuerdos románicos, como es el caso de los canecillos de los ábsides y se prosiguiese ya en el mismo siglo de acuerdo con las normas elementales del gótico. Dice la tradición que muy posiblemente perteneció a los caballeros templarios, caso prácticamente único en Cantabria, si exceptuamos el castillo de Allendelagua en Castro.