Matagalpa se conoce como la
Perla del Septentrión, debido a sus características naturales y también como la
Capital de la Producción, por su variada actividad agropecuaria y comercial. Ubicada a 128
km al noreste de
Managua es, detrás de
León y
Managua, la tercera ciudad más poblada de Nicaragua representando su área de influencia en población y producción, la segunda del país.
[4]Toponimia
El nombre de Matagalpa proviene del pueblo indígena que vivía en estas tierras. Etimológicamente proviene de la lengua
nahua y se ha propuesto, entre otros, las siguientes:
- Matlatl-calli-pan: "Casa de las Redes" por el Ing. Alfonso Valle
- Matlactli-calli-pan: "En las diez casas o familias" por el Profesor Luis Cuadra Ceas.
- Matlati-galpa: "Tierra de Honderos" por el Dr. Alejandro Dávila Bolaños.
- Matlat-galpa: "Cabeza Mayor" o "Cabeza Principal", la más importante de las septentrionales, por el historiador Jerónimo Pérez.
- Matagalpa: según apuntaba el sacerdote y lingüista Guillermo Kiene, parece provenir del sumo y significa «Vamos a la Piedra».
El antropólogo matagalpa Dr. Mario Rizo Zeledon y el historiador Eddy Kuhl, creen que el término Matagalpa, viene precisamente de esta "lengua matagalpa" (Brinton 1883), Maika-calpa. Maika- Cabeza Mayor, y Calpul-Poblado. O sea “Pueblo Grande”, tal como decía el historiador Jerónimo Pérez en 1855. Eso coincide con la realidad histórica, pues Matagalpa ha sido el poblado más grande del centro-norte de Nicaragua desde tiempos precolombinos, y así aparece en los registros eclesiásticos de tiempos coloniales: El pueblo indio de "Pueblo Grande" con sus dos parcialidades: Molaguina y Solingalpa.
Calle de Matagalpa. (Año
1988).
Policía Departamental de Matagalpa en 2009.
Los habitantes de la región central de Nicaragua antes de la llegada de los españoles eran los pueblos denominados chontales (por Oviedo en 1527), ulúas (por el Oidor García Palacios en 1576), xicaques y lencas. Su lengua, denominada "
matagalpa" desde que en
1895 cuando el lingüista Daniel G. Brinton la estudió y clasificó. Antes había tenido diferentes denominaciones como chontal, populuca, cacaopera, pantasma. El término "matagalpa" se usa también para la denominación de la propia etnia.
Los matagalpas habitaban pueblos como Susucayán, Apalí, Mozonte, Alcayán, Tapacusí, Caulatú, Quilalí, Apasupo, Yalagüina, Palacagüina, Condega, Sébaco, Metapa, Matagalpa, Molagüina, Solingalpa, Jinotega, Abay (San Ramón), Yasica, Muy Muy, Teustepe, Juigalpa y Acoyapa. Hay que destacar que esta región no fue ocupada por las etnias de los chorotegas, ni los nicaraguas, ni los maribios, que vivían en la zona caliente de la franja del Pacífico y eran de origen mesoamericano con lenguas relacionadas con el
nahua mientras que el matagalpa está relacionado con lenguas vecinas a los mayas, que habían emigrado a estas altiplanicies del centro de Nicaragua varios siglos antes que las migraciones mesoamericanas de los chorotegas y nahuas.
El desarrollo de estas culturas fue relativamente alto entre los siglos
siglos VIII al
siglos X, como lo muestran los restos de las elaboradas piedras de moler, cerámica engobe anaranjada, pinturas rupestres e ídolos de piedra que nos dejaron. Los intérpretes que venían con los españoles, de origen nahua y chorotega, les denominaron "
chontales" y "
popolucas" que significa "extranjeros" y "tartamudos" términos que descalifican como dice el Dr. Incer.,
Contrario a esta concepción basta comparar los estilizados diseños de las estatuas de Amerrisque y Garrobo Grande, que se guardan en el museo de Juigalpa, con aquellas grotescas desnudeces de los ídolos de Zapatera y Ometepe (Incer, Idem, p. 27)
A partir de
1628 se crean las primeras
reducciones, las de San Ramón y Metapa, que son el origen de los primero pueblos. En estas reducciones estaban indios matagalpas que se habían traído de las montañas de Tababaca (entre Matagalpa y Sebaco) donde había cristianizado Fray Juan de Alburquerque entre los años de 1606 y 1610.
En un acuerdo convenido entre los españoles y los oriundos matagalpas, a estos se les garantizaba que al recibir el bautismo no les harían emigrar de sus tierras, que mantendrían la patria potestad sobre sus hijos y que los soldados no entrarían a sus poblaciones.
En
1525 los naturales rechazan a los conquistadores españoles la sierra de Joana Mostega y en
1538 fray Lázaro de Guido comienza la evangelización en la zona de Sébaco y Matagalpa seguida por fray Juan de Alburquerque en
1600.
Los matagalpas se destacaron en por ser los primeros en dar combate frontal a los españoles cuando
Hernández de Córdoba y
Hernando de Soto y sus tropas quisieron penetrar en 1525 a su territorio de Joana Mostega, 13 leguas al noreste de Telica.
De cultura sedentaria, vivian en pequeños poblados de casas de paja. Eran agricultores y sus productos principales eran el maíz, los frijoles y el cacao y habían aprendido el uso de tubérculos de parte sus vecinos los ulúas al oriente.
Durante la conquista de Nicaragua por parte de los españoles, estos invadieron las tierras de los indios matagalpas. Los matagalpas se han destacado siempre por ser muy aguerridos e independientes; ellos mantuvieron siempre viva la lucha contra la invasión. Se produjeron numerosos levantamientos, especialmente debido a los malos tratos que los corregidores españoles daban a la población, entre los que se destacan los ocurridos en los años de 1643, 1688, 1773 y 1881.
Inicialmente, el poblado de Matagalpa se estructuraba en tres pueblos o parcialidades indígenas: "Pueblo Grande" o Matagalpa, Solingalpa y Molagüina, realizándose modificaciones posteriores con la formación de nuevos barrios como el del
Laborio (indios foráneos en trabajos domésticos) y Guanuca (reducción de indios sumos en 1790). En 1536 llega el frayle mercedario Lázaro Guido a Matagalpa en plan de evangelización. En
1542, se procedió a darle organización a los pueblos indios conforme a las leyes especiales formándose los primeros
Cabildo indígenas. En la Tasación española del año 1581 aparece mencionado el pueblo indio de Matagalpa con sus parcialidades de Molagüina y Solingalpa con un total de 75 indios tributarios. En 1603 con Fray Juan de Alburquerque se asientan los primeros españoles al lado del antiguo pueblo indio. En 1703 durante la visita del misionero a Fray Margil de Jesús había pocos españoles en Sébaco y en Matagalpa y en Jinotega ninguno. En 1752 durante la visita del Obispo Fray Agustín Morel de Santa Cruz menciona que había varias familias españolas en Matagalpa. Existe una lista de habitantes españoles residentes en Matagalpa desde 1730, incluyendo familias de apellidos Aráuz, Baldizón, Tinoco y Cantarero.
El
5 de abril de
1851 se otorgó a Matagalpa el grado de "villa" y el
14 de febrero de
1862 el Congreso Nacional de Nicaragua del general Tomás Martínez, le otorgó el de "ciudad