Torre de Comares, Salón de Comares o Salón de los Embajadores
Vista del salón de Comares, en el que se observan los vanos o alcobas abiertos en cada uno de los lados del salón.
Desde el patio de los Arrayanes destaca en uno de sus extremos, el imponente torreón de Comares, se accede a él por la sala de la barca. El salón de Comares es la estancia más amplia y elevada de todo el palacio. Su construcción data del segundo tercio del siglo XIV, siendo sultán nazarí de Granada,
Yusuf I, su función principal era celebrar las audiencias privadas del sultán.
Presenta planta cuadrada de 11 metros de lado y 18 de altura, originalmente el suelo era de mármol y en la actualidad de barro. En el centro de la sala se puede observar un cuadrado con el nombre de Alá escrito sobre azulejos.
Es un lugar con un contenido poético muy rico, podemos encontrar distintas composiciones, alabanzas a Dios y al emir y también algunos fragmentos del
Corán. Cada centímetro de la pared está cubierto por algún elemento decorativo.
En los laterales del salón hay 9 alcobas, tres por cada uno de los lados del salón, correspondiendo la alcoba central del lado norte al sultán, también se abren una serie de ventanas cerradas antiguamente por celosías de madera y vidrieras de colores llamadas
cumarias, (de ahí el nombre de comares). Todas las paredes están cubiertas de yerserías con motivos de conchas, flores, estrellas, escrituras. Sala policromada:
oro en el relieve, colores claros en lo profundo. Zócalo decorado con
azulejos. El suelo original era de cerámica vidriada en blanco y azul con
escudos de armas como motivos ornamentales.
Las paredes están, además, decoradas con versículos coránicos y poemas realizados en
yesería, lo que le debían conceder a esta sala en sus orígenes, con la decoración que no nos ha llegado, con sus juegos de luz y su ambiente cortesano, una de las salas palaciegas más impresionantes del mundo islámico. La calefacción era de braseros y la iluminación con lámparas de
aceite.
Uno de los aspectos más atrayentes del Salón de los Embajadores es su techo, de forma cúbica. En él se representan los siete cielos de la cultura musulmana, situados uno encima de otro. El
Corán dice que sobre ellos está el trono de Dios; todo el techo está lleno de estrellas, en total son ciento cinco.
Vista general de la Alhambra
El techo es una representación del
Universo, quizás una de las mejores representaciones de la
Edad Media. Realizado en madera de
cedro con incrustaciones de maderas de diferentes colores, va formando
estrellas superpuestas que forman diferentes niveles. En el centro y lo más elevado está el
Escabel (عرش) sobre el que se establece Dios-
Alláh según los relatos coránicos. Desde éste se van repitiendo las figuras geométricas que dividen el techo en siete espacios, que representan los 7 cielos que descienden consecutivamente hasta este mundo: el
7 es uno de los números simbólicos por excelencia. Entre todos ellos configuran el
Trono (كرس), que es el símbolo de la creación entera. Este uso simbólico de
cosmología coránica -con tantas alusiones al Escabel, el Trono, al Rey que se asienta sobre él- tiene una clara intención de legitimar al soberano como representante (
jalifa de donde viene califa) de Dios en la tierra. El hecho de que el salón fuese el salón del trono, que estaba situado en su centro, justo debajo del escabel divino, es una clara referencia a esto. Pero la simbología de la sala no acaba ahí: las
4 diagonales del Techo de Comares representan los cuatro ríos del
Paraíso y el
Árbol del Mundo (o Axis Mundi), que teniendo sus raíces desde el Escabel se expande por todo el Universo. Pero no acaba ahí su simbología: las alcobas, 9 presentes (tres en cada muro), más 3 omitidas para dejar el paso a la sala de la baraka, son una referencia a las 12 casas zodiacales, en correspondencia con el papel de séptimo cielo que ocupa esa altura.
Salimos otra vez al Patio de los Arrayanes. En un extremo del lado izquierdo del patio, un pequeño arco sirve de ingreso a un pasadizo por el que se llega a la zona privada del monarca, el
Harén (Haram significa lugar privado). Se accede al Palacio de los Leones a través de:
[editar] Palacio de los Leones
[editar] Sala de los mocárabes
Se llama así por la bóveda de
mocárabes que la cubría. La de hoy es del
siglo XVII. Muros con labor de yesería, inscripciones religiosas y escudo de la dinastía
Nazarí. Una arquería de mocárabes da paso al:
[editar] Patio de los Leones
Construido en
1377 por
Mohamed V, hijo de
Yusuf I. De planta ligeramente trapezoidal, el lado oriental es mayor que el que da a poniente, rodeado por una esbelta galería con 124
columnas de
mármol blanco de
Macael (
Almería), las cuales se agrupan, a más de las exentas, en conjunto de dos, tres, y hasta cuatro en las esquinas, sustentando, o bien sólo apuntalando, las arcadas de filigrana, siendo simétricos los lados mayores y asimétricos los menores, de los que avanzan sendo pabellones hacia el patio, en cuya intersección de ejes transversales y longitudinal se ubica la fuente con los doce leones que le da nombre. Alrededor, las alcobas, salas privadas del sultán y esposas con piso alto abierto, falta de ventanas que miren al exterior, pero con jardín interior como corresponde a la idea musulmana del paraíso. Lo que hoy es tierra en el patio, fue jardín. De cada sala fluyen 4 arroyos que van al centro: los 4 ríos del paraíso. Las columnas se unen con paños calados que dejan pasar la luz.
Fustes cilíndricos muy delgados, anillos en la parte superior,
capiteles cúbicos sobre los que corren inscripciones. Las planchas grises de plomo convierten los empujes horizontales en verticales. Los dos templetes que avanzan a los dos lados opuestos del patio son como un recuerdo de la tienda de campaña de los
beduinos. Son de planta cuadrada, decorados con
cúpulas de madera que se apoyan en
pechinas de mocárabes. El alero es obra del
siglo XIX. Toda la galería está techada con
artesonado de lacería.
[editar] Fuente de los Leones
Los últimos estudios hechos dicen que los leones proceden de la casa del visir y poeta judío
Yusuf Ibn Nagrela (1066). No se sabe si se construyó antes de su muerte; se le acusó ya en la época de querer realizar un palacio más grandioso que el del mismo rey. Se conserva por el poeta
Ibn Gabirol (s. XI) una descripción casi exacta de dicha fuente. Representan las 12
tribus de Israel. Dos de ellos tienen un triángulo en la frente indicando las dos tribus elegidas:
Judá y
Leví. Son del
siglo XI. La taza lleva escrita en su perímetro versos del ministro y poeta
Ibn Zamrak en los que bellamente se describe la propia fuente:
"(...)A tan diáfano tazón,
tallada perla,
por orlas el aljófar remansado,
y va entre margaritas el argento,
fluido y también hecho blanco y puro.
Tan afín es lo duro y lo fluyente
que es difícil saber cuál de ellos fluye(...)"
La fuente de los leones tiene diversas significaciones o simbologías. Por una parte los doce leones tienen una simbolización astrológica, cada león alude a un signo zodiacal. Por otra, tiene una significación política o mayestática que está relacionada con el rey
Salomón (el rey arquitecto) puesto que hay una inscripción en la fuente referida a este. Por última y la más importante, alude a un símbolo paradisíaco refiriéndose así a la fuente, originaria de la vida y los 4 ríos del
Paraíso.