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Iglesia de la Concepción de Gaetano Osculatti en
1846.
Malecón de Guayaquil en
1920.
Centro urbano de Guayaquil visto desde el cerro
Santa Ana.
La
historia de Guayaquil es la sucesión de los hechos acontecidos dentro del actual territorio guayaquileño, con la aparición de hechos aislados debido a la naturaleza geográfica de su
región natural. Guayaquil, al igual que su provincia y región, ha sufrido radicales e importantes cambios de gobierno y de división territorial, con lo cual se puede clasificar su historia en cuatro partes: la era
precolombina en donde comienza el proceso poblacional e integración de tribus aborígenes en la región, la era
colonial desde los primeros asentamientos españoles hasta el crecimiento urbanístico, la era
independentista que abarca la emancipación y un breve período autónomo, y la era
republicana desde la creación de Ecuador en
1830.
Antes de la
colonización europea en el
continente americano, los territorios de la región en donde se ubica Guayaquil estaban habitados por diversas
tribus de culturas que se habían establecido desde el período precerámico, alrededor de
5.000 y
7.000 a. C., evolucionando hasta tomar formas de naciones independientes a hasta el
siglo XVI. Entre las principales culturas precolombinas estaban los
huancavilcas, los cuales dominaron la región desde el
siglo VII hasta poco después de la
llegada de Colón a América. Sin embargo, existía la presencia de varias otras tribus en el área de la cuenca y delta del
río Guayas, como los chonos y los punaes. Todas las culturas prehispánicas presentan muestras de comercio marítimo con otras culturas del litoral sudamericano (en el actual
Perú) e incluso con pueblos centroamericanos (en el actual
México). Tras el comienzo de la expansión del
Imperio español en el actual
territorio ecuatoriano, comenzó un proceso de
conquista con el propósito de establecer una ciudad que sirva de puerto comercial en la
Mar del Sur, lo cual se inició en
1534 y, tras varias reubicaciones y disputas con las tribus nativas del sector, terminó de establecerse en su actual asentamiento en
1547 bajo el nombre de Guayaquil.
Durante el dominio español, la ciudad se convirtió en uno de los principales puertos de
América del Sur debido a su considerable crecimiento tanto
demográfico como
comercial. Pasó a convertirse rápidamente en uno de los mayores
astilleros en servicio de la
Corona española, en gran parte debido a las buena calidad de la madera que podía encontrase en los bosques de sus alrededores. Sin embargo, el gran auge que tuvo la ciudad se vio detenido continuamente por frecuentes asaltos de
piratas y
corsarios patrocinados por los reinos enemigos del Imperio español, especialmente los
Países bajos e
Inglaterra. Además, los constantes
incendios saldaron la vida de grandes cantidades de personas, en parte provocado por la costumbre de construcción con materiales de fácil combustión. Otro de los problemas eran las
pestes y
epidemias causadas por enfermedades típicas del ambiente tropical. Políticamente fue sede del
Corregimiento de Guayaquil con lo cual formaba una entidad territorial de la
Real Audiencia de Quito, la cual a su vez cambió varias veces de estar integrada en el
Virreinato del Perú al
Virreinato de Nueva Granada. En
1764 tomó el grado de
Gobierno político y militar por órdenes del rey
Carlos III de España.
Tras casi tres siglos de dominio español, las primeras ideas independentistas empiezan a aparecer en
las Américas, causando progresivamente el levantamiento en armas de varios pueblos en el continente. El
9 de octubre de
1820 se dio en Guayaquil un
movimiento emancipador que depuso el gobierno español e instaló uno criollo encabezado por
José Joaquín de Olmedo. Para
noviembre de aquel año se instaló una asamblea donde los representantes del pueblo crearon la
Provincia Libre de Guayaquil como estado soberano, redactaron su
primera constitución, y acordaron crear un
ejército libertador con el objetivo de independizar el resto de la Real Audiencia. Se efectuaron varias batallas frente a las tropas realistas para asegurar la independencia de la provincia y desplazarse hacia la serranía, también llegaron refuerzos colombianos al mando de
Antonio José de Sucre, y el proceso terminaría a mediados de
1822 en la
batalla de Pichincha. Luego de ello,
Simón Bolívar anexó la Provincia Libre a la
Gran Colombia vía
manu militari, transformándose en un
departamento de aquel país hasta su desintegración.
Desde
1830, Guayaquil pasó a formar parte de
Ecuador, meses después de su creación. Los problemas políticos dominaron al gobierno por 15 años de
administración floreana hasta el estallido de la
Revolución marcista en la ciudad en
1845, impulsando un nuevo modelo
civilista, aunque luego volvió al
militarista. Después del período marcista, en
1859 comenzó el período del
garcianismo que se desarrollaría en base a las medidas de tendencia
conservadora, lo cual restó importancia económica a la ciudad, que también tuvo que soportar las pretenciones de invasión peruanas. Sin embargo, en
1895 inició en Guayaquil la
Revolución liberal que impulsó a
Eloy Alfaro al poder, tras lo cual se reactivó el comercio guayaquileño, brindandole mayor importancia política a la cúpula de empresarios y banqueros del
litoral en gobiernos liberales sucesores, lo cual ayudaría a la ciudad a recuperarse rápidamente del
Gran Incendio de
1896.
En el
siglo XX, Guayaquil demostró un gran crecimiento económico y demográfico, debido en parte a la
plutocracia auspiciada por los gobiernos liberales. Sin embargo, inició una fuerte depresión en
1920 debido a altas tasas de inflación y descenso de las importaciones que condujo a varias movilizaciones que obtuvieron por respuesta represión armada por parte de los gobiernos como la
huelga general de 1922. Tuvo que soportar los efectos de la
Gran Depresión y la
Segunda Guerra Mundial, y los estragos de la
Guerra peruano-ecuatoriana de
1941 en la
Batalla de Jambelí. La instauración de juntas militares en el poder a mediados de siglo, condujo a otra etapa de crisis política para Guayaquil, dicho período finalizó gracias al retorno a la
democracia en
1979, sin embargo la inestabilidad política perduró hasta inicios del
siglo XXI. Actualmente la tendencia política de
derecha mayoritaria en la ciudad se enfrenta a las políticas de
extrema izquierda por parte del gobierno central.