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viernes, 16 de septiembre de 2011

EL RATÓN POLIPO



Polipo
 feliz, ratón                         



Polipo es un ratón blanco, su madre una rata de campo gris claro, su padre negro como la noche era de la otra parte del río, y de esa mecla, nació él. Su madre le cuidó durante un tiempo , pero un día salió a buscar comida, y ya no volvió. Adela era la propietaria de la casa, llevaba un rato, oyendo un pequeño gemido, así que decidió subir a ver que pasaba, y se encontró al ratoncito, tan blanco tan pequeño y tan mono, que se compadeció de él, y decidió cuidarlo.
Le puso de nombre Polipo, este empezó a seguirla por toda el hogar, ella le hizo una pequeña casa junto al radiador de salón. Y así fue transcurriendo el tiempo. Adela era una persona sociable, sus amigas venían todas las tardes a jugar al parchis y cartas, todas sabían lo de Polipo y cada una le llevaban golosinas, él por su parte las hacia cucamonas y ellas se divertían tanto con él, que muchas veces no acababan las partidas. Todo transcurría feliz, hasta que una tarde se presentaron unos sobrinos de Adela, que hacia años que no sabia nada ellos, venían con dos chicos de siete y nueve años revoltosos y mal educados, haciendo de todo, subiéndose a los sofás, o tirando el plátano de la merienda al suelo, ante la mirada impasiva de sus padres. El pequeño Jairo descubre la casita de Polipo y se lanza a por ella, Adela lo mira aterrorizada sin poder hacer nada, levanta la casita y la estrella contra la pared, Polipo salio mal trecho medio mareado, sin rumbo, sin saber que había pasado, y de pronto aquel salvaje, intentó pisarlo, Adela no pudo mas, y con agilidad, se colocó delante de la criatura, y cogiéndolo por el brazo se lo entregó a sus padre, invitándoles a que inmediatamente se fueran de allí, para no volver. Los padres se lo tomaron muy mal e insultaron a Adela, esta cogió con delicadeza a Polipo lo depositó sobre el sofá, le dio un poco de aire con el abanico, y espero impaciente, a que se recuperase, no parecía que tenia sangre, pero a lo mejor tenia algo en su interior, ya que el porrazo fue mayúsculo. En esto vinieron sus amigas, ella les contó lo que había pasado, todas se pusieron como locas, si ellas hubieran estado allí no lo hubieran permitido. Polipo iba recuperandose del susto, le dolía una patita, pero por lo demás estaba bien. Así que dio un salto al regazo de su ama, y así fue pasando por todas ellas, de la angustia se pasó a una alegría total. Todo volvía a ser como antes.
De los familiares nunca mas se supo, Pero Polipo vivió con su ama y sus amigas mucho tiempo, alegrándoles las tardes tanto de invierno como de verano, nunca salió de la casa, lo de fuera no le llamaba, dentro tenia todo lo que necesitaba, amigas, a su ama, cariño, cuidados, y golosinas.
Era feliz del todo, y siempre permanecería junto a ellas.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado


FIN A.R.G.